- no me lo creo... - dijo la morena entre risas- como... Es que lo hace...- créeme... Soy su mejor amiga pero tampoco lo sé... - sonrió a la cadete-
- y dígame Señorita... Han tenido amenazas o algo por el estilo?
- no... No para nada, solo lo hacemos por seguridad, siempre es necesaria, y dime Rachel -
- ok Rachel... Para ti, soy Santana ok- la castaña asintió- cuando comenzaría-
- la próxima semana, quiero proponerte que vayas conmigo y conozcas al Señor Pierce, deben hablar-
- oh bueno... Ahora?
- si lo vez conveniente si... - respondió-
- debo solicitar el permiso al Coronel, me acompañaría?
- por supuesto...
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- no creo que venir así... Fuera sido una buena idea - murmuró la morena ya sentada en el asiento del copiloto- ah... Por cierto bonito auto...
- oh... Gracias es un Camaro... Y no le veo lo malo, es tu uniforme además te queda muy bien...
- Wooo gracias... Por el halago - se paso la mano por el cabello, Rachel solo comenzó a reír-
- bueno de nada... Déjame darte un consejo- la morena asintió- ahora que estemos con Robert no te dejes ver por nadie que no tenga permitido hacerlo-
- por ejemplo... La hija del señor, ella no debe saber quien soy etc.
- exacto... - murmuró la castaña-
- entendido... - susurró viendo por la ventana-
La castaña introdujo el código de seguridad y las dos rejas grandes se abrieron, Santana se fijo en las cámaras de seguridad y los guardias, esta familia debe ser muy adinerada y poderosa, pensaba internamente la joven, soltó su cabello y se colocó la gorra.
- de verdad me veo bien? - ya en varias ocasiones había preguntado lo mismo-
- ya te he dicho que sí, te encanta que te digan que eres sexy no?- dijo en burla pero con cierto toque de sinceridad-
- pues claro... Y más cuando no tengo espejos cerca - hablo y Rachel le pego en su hombro de forma amistosa-
Santana miraba con la boca abierta la mansión de tres pisos... Nunca en su vida había visto alguna similar...
- joder... - susurró maravillada-
- Santana... - la castaña la llamó y ella se acercó- el debe estar en el despacho vamos...
Al entrar la morena no quería perderse ningún detalle, a medida que caminaban se encontraban con empleados de la mansión y Rachel les pedía discreción ya que al ver a la morena con el uniforme se sorprendieron.
- ninguna palabra de esto entendido- las empleadas solo asintieron y se retiraron con rapidez- es aquí... - comenzó a tocar la puerta- Robert? Robert? - se escucho un sigue y la castaña abrió-
- misión cumplida- murmuró la castaña, pasando al despacho con Santana-