©Eterno Amor -Sasori y tú |Lemon|

Capítulo 20 - Profundas sospechas

Narra ___

Han pasado ya cuatro días desde mi suceso con Sasori, nos hemos vuelto más cercanos ahora, pero mis sospechas hacia Akatsuki no dejan de crecer, cada día siento más tención en esas personas, que ni siquiera considero confiables. Mi miedo de que me hagan daño a mí o a mis amigos incrementa cada día más.

-¿___? -llamó Konan- ¿dónde estás?

-¡Aquí estoy, Konan! -respondí desde mi habitación.

-Oh, aquí estabas -dijo entrando a mi habitación- te estaba buscando porque, creo que Deidara quiere hablar contigo. Algo sobre explosiones y arcilla, o algo así me dijo -me avisó sentándose al costado de la cama en donde yo estaba acostada.

Sí, de hecho con Deidara hemos estado haciendo esculturas de arcilla, ya que él quiere mejorar su técnica de explosiones.

-Gracias, Konan. Ya bajo -dije, ella asintió y se retiró.

Salí de mi habitación y me dirigía hacia la planta baja de la mansión Akatsuki para encontrarme con Deidara, pero hubo algo que llamo mi atención, un ruido fuerte en la oficina de Pain, se oía como si hubiesen golpeado una mesa. No me gusta ser curiosa, pero esta vez decidí acercarme a escuchar. La puerta de la oficina de Pain quedaba justamente en frente del pasillo, así que si alguien me ve, fingiría que solo tropecé con la puerta dirigiéndome hacia mi destino. Active mi misengan y detecté el chakra de Pain, pero también detecte el chakra de un hombre, más fuerte que Pain.

-¡Ya te dije, que no me importa si se han encariñado con ella! Quiero que la asesinen lo antes posible -gritó la voz gruesa de un hombre. Realmente no pude definir esa voz, ya que no me parece conocida.

En la puerta de su oficina había un ojo mágico, me acerque un poco para ver quien estaba ahí. Vi a Pain, parado frente a su escritorio, pero ese alguien más, era un señor sentado en el escritorio de Pain, pero no podía verle la cara, ya que el brazo de Pain me lo impedía, solo vi que vestía de negro y tenía un collar con un anillo de plata dentro. Era extraño, jamás lo había visto.

(Ojo mágico: es como una especie de lente en forma de círculo que se encuentra en la parte superior de la puerta, a través de él, puedes observar quien se encuentra del otro lado de la puerta)

-Señor, aún insisto en que deberíamos dejarla más tiempo con vida. Sé que los aldeanos y shinobis de Konoha la están buscando, pero ___ se ha vuelto una persona importante para los miembros. Dudo mucho que alguno de ellos quiera asesinarla -esa era la voz de Pain.

¿Están hablando de mí? Pensé, quieren asesinarme. Me acerque para escuchar un poco más de la conversación y observarlos mejor.

-Ya te lo dije, Pain. Ustedes no son cajitas de emociones envueltas con un lindo lazo de felicidad. Son asesinos, crueles, fuertes y despiadados asesinos que asechan con la comunidad, que matan sin piedad. Míralos, Itachi asesinó a su clan entero sin importarle lo mucho que los quería. Deidara atacó a su aldea con un acto de terrorismo, sin importarle que fuese su aldea proveniente. Sasori asesinaba gente para convertirlos en marionetas humanas, SIN importarle que fuesen los aldeanos de su querida Sunagakure -dijo resaltando "sin"- Y así han hecho el resto de los Akatsuki -explicó aquel hombre.

Se escuchó un profundo silencio.

-No vamos a detenernos por ___. Ella morirá en sus manos y si no lo hacen ustedes, lo haré yo. Y de la manera más atroz que te puedas imaginar.

Me estremecí al imaginar mi cuerpo siendo desmembrado por un psicópata sin corazón.

-¿Seguro que ya no la necesita, señor? -preguntó Pain con un pequeño intento que convencer al hombre.