©Eterno Amor -Sasori y tú |Lemon|

Capítulo 23 - Malditos sentimientos.

Narra ___

No puedo creer lo que hace segundos vi, pensé. ¡JA! Y pensar en que ya estaba empezando a sentir cosas por él. Soy una tonta, ¿cómo me pude dejar llevar por mis sentimientos? Es un asesino, un criminal, un... un... cualquiera que solo me utilizó para retenerme. Maldito Sasori, malditos sentimientos, maldito corazón. ¡LO ODIO!

Regresé al living, y como Pain había mandado, traje a Sasori, aunque venía tan indagada en mis pensamientos que ni me había dado cuenta de que venía detrás de mí. Ignorando a Sasori, me senté al lado de Deidara quien inmediatamente se dió cuenta de mi humor, él frunció el ceño y me susurró.

-¿Estás bien?

-Pero si estoy de maravilla -susurré también, sarcástica- ¿cómo no estar bien? Si tu maestro Sasori ahora tiene novia.

Deidara frunció aun más el rostro y miró a Sasori quien miraba desconsoladamente el suelo.

-Ya hablaré con él -susurró de nuevo.

-Bien -habló Pain llamando nuestra atención. Hubo un silencio- los reuní ahora mismo, para hablarles de nuestros nuevos compañeros, supongo que ya se han conocido bien. Pues ya que no tenemos muchas habitaciones, alguno de ellos dormirán con nosotros. He llegado a un acuerdo en que las mujeres dormirán juntas. Así que yo elegiré los grupos; Konan, ___ Y Karin, ¿les parece?

-Por mí, no hay problema -sonrió Konan inocente.

-Claro -sonreí irónica- ¿A quién no le encantaría tener una nueva "amiga"? -claro que no dije amiga entre comillas, pero si lo resalte para que notaran mi sarcasmo. Karin solo se quedó callada e hizo un gesto con su cabeza de modo de aprobación, que rara es ¿no?

Deidara me sonrió, pues, ya se había dado cuenta de la situación. Y los demás, a excepción de Sasori, me miraron extrañados.

-Bien -respondió Pain, de nuevo- Kakuzu, Hidan, Juugo, ustedes compartirán habitación. Itachi, Sasuke y Kisame. Y... Deidara, Sasori, ustedes dormirán con Suigetsu, se que se llevarán muy bien con él.

-Sí, demasiado bien -Sasori por otro lado, intentaba ser amigable, pero para nada le salía, así que terminó por rodar los ojos de costado.

-Sí, bueno, sé que se caerán bien -dialogó Pain- bien, eso era todo, yo estaré en mi oficina por si me necesitan.

Habló y se fue. Yo me sentía un tanto, mmm ¿cómo decirlo? A si, ¡Con el corazón roto!, así que mejor me voy a dormir. Justamente, cuando iba a abrir la puerta de la habitación, alguien me tomó del brazo. Y claro que no quería voltear para ver quien era. Pero, sin embargo, lo hice.

-suspiré- ¿Qué quieres?

-Escucha, lo que pasó allá abajo... -no lo deje terminar. Quiero dormir, Sasori, ¡déjame en paz! Solo eso quería decirle.

-No me interesa lo que paso allá abajo, solamente te llamé y vi algo que no debí haber visto. Y eso es todo -soné lo mas sarcástica posible.

-Lo siento -agachó la mirada.

-Ya deja de mentir -respondí fría e indiferente- ¿crees que soy tonta? Yo ya sé que juegas conmigo -así es damas y caballeros. No soy tan ingenúa como todos creen- finges que te gustó, para amarrarme, te acuestas conmigo, para amarrarme. Me haces sufrir, y sabes que ¿me duele? Y ahora vienes así nada mas, a decirme "Lo siento" -dije lo último imitando su voz.

-¡Yo no estoy jugando contigo! -respondió alterado.

-¿A no?

-No -suspiro- Al principio sí, pero ahora no. Escucha, solo eran ordenes, pero terminé enamorándome de ti, y no miento, te amo en serio. Y créeme que a mí, tanto como a ti, me duele. Y no solo por lo que siento ahora, sino porque tengo miedo de perderte.