Jugando con fuego

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-¡Wester no te saldrás con la tuya!- grite haciendo que volteara rápidamente

Al llegar a tierra, pensamos que éramos los únicos en aquel lugar donde aterrizamos pero nos emboscaron, ya tenían bien visualizada la fiesta de bienvenida. A todos nos agarraron y nos quitaron las armas.

-creo que ya lo hice- decía el mirándome con una sonrisa de oreja a oreja

Nos metieron en un camión sucio y desolado, fue un lago viaje. Al llegar a Sunset Premium ya había amanecido, dejándonos a todos desorientados al llegar y tocar tierra firme. Nos pudieron esposas y nos arrastraron prácticamente por el suelo.

-¡No somos animales!- grite pero nadie se limitó a responderme

Nos encarcelaron y nos dejaron sin alimento ni agua durante horas. Cuando pensé que alguien venía a buscarnos, mi chispa de esperanza desapareció, al notar a la persona que menos quería ver en este momento.

-¿cómodo príncipe?- preguntó sarcásticamente Wester con una copa de agua en mano, no pude evitar verla detalladamente, ver cómo sudaba por lo fría que estaba la bebida, hacia tanto calor, que hasta me tomaría mi propia orina si fuera necesario.

- dicen que en estas carcel los presos se mueren de sed, me pregunto si será cierto-reí maléficamente mientras bebía la tan deseada copa de agua.

-¡Vete al demonio Wester!- dije agitando las varas de metal bruscamente
-yo soy el demonio mismo Max- decía el lanzándome el agua, empapando toda mi ropa, el solo reía histérico.

Yo solo me deslicé hasta llegar al suelo, era mi fin. Le mentí a Momo, le falle a mis súbditos, me mentí a mi mismo. Estaba seguro de que mi muerte se acercaba.

-esta noche se hará una fiesta en tu honor joven príncipe- lo mire fijamente- será tu muerte rápida, soy tan generoso ¿no lo crees? En no torturarte en público en que en verdad te lo merecías-decía el acomodando su corbata en que estaba perfectamente bien- todo el pueblo estará invitado así como se hará una gran celebración por tu muerte-ríe- hasta la noche-decía agachándose a mi lado- cuando mueras, yo me encargaré personalmente de llevar a la princesa Momo a mi cama- me susurró con una sonrisa macabra

Eso lleno mi límite de ira, empecé a golpear las varas de metal, que era el único obstáculo entre él y yo para matarlo con mis propias manos.

- hazme todo lo que quieras pero a ella ¡no la metas en esto!
-mmm déjame pensarlo- se tocó la barbilla- no, tengo muchas ganas de ella

Y se va dejando risas y burlas a su paso, dejándome destrozado. Tenía que salir de aquí rápidamente. Mi vida y la de Momo dependen de un hilo.

Cuando escuché que la puerta se cerraba todos empezaron a gritar y sollozar palabras como: "nos van a matar" "vamos a morir aquí" "¡sálvenos alguien!", haciendo que mis nervios se pusieran de punta.

-¡son niñas o que dejen de llorar!- les grite haciéndose un silencio en seco- escúchenme, yo también tengo miedo pero eso no resolverá las cosas

-entonces que pretendes que hagamos- me dijo serio el capitán de la nave, con su uniforme rasgado y sucio

-luchar-dije cortante haciendo que todos se miraran entre ellos- tenemos que salir de aquí, tenemos unas cuantas horas antes de que nos manden a todos a fusilar-dije tragando saliva ante la posibilidad de que tal vez este fuera mi ultimo día

-supongamos que salimos ¡cómo rayos vamos a combatir a esos guardias!- dijo histérico el general de mi armada

-no vamos a combatirlos de frente, vamos a esquivarlos- dije algo confiado en mis palabras

-bueno y ¿cómo demonios salimos?- esa pregunta me puso a pensar hasta que logre escuchar una ligera voz en la esquina de la habitación, una silueta de un hombre con el uniforme de mi escuadrón, pero no lograba distinguir quién era ya que estaba entre las sombras.

-yo sé cómo podemos salir de aquí- decía aquel misterioso hombre

- ¿quién eres? Muéstrate- ordene haciendo que todos voltearan hacia su dirección

Salió lentamente de las sombras hacia la luz mostrando su rostro, haciendo que un pequeño escalofrío tocara mi espalda, era una de las personas que pude haber jurado jamás volvería a ver.

-¡¿Ben?!- dije sorprendido, todos empezaron a sujetarlo de los brazos bruscamente y lo llevaron hacia mi dirección- ¿qué cojones haces aquí?-pregunté calculador y frío

-no es obvio-dijo algo sarcástico- vine a luchar, solté una risa
-¿luchar dices? Tú jamás lucharías por alguien que no fueras tú, traidor- lo mire infinidad de veces rogando para que fuera otra persona- intentaste matar a Momo, como tienes la osadía de venir y decir que luchas por tu patria como si fueras una buena persona
-déjame explicártelo- pedía de rodillas-solo quiero ayudarte

No pude evitar alterarme ante aquella situación. El hombre que intentó matar al amor de mi vida ¿intentaba ayudarme? Que hipocresía hay en este mundo.

- habla- dije cruzándome de brazos  limitando mis expresiones

- Wester introdujo un tipo de veneno a mis alimentos, no sé de dónde provino tal vez había un espía en luna o tal vez hay un traidor- [el único traidor eres tu] pensé- mi comida no sabia igual tenía un sabor poco peculiar, después me dio un sueño muy pesado y dormí durante horas, al despertar había una mujer de cabellos azules frente a mí, me mostró una fotografía de Momo y me dijo "esta mujer me está haciendo mucho daño, mátala" y por alguna razón yo le tenía mucho cariño a aquella mujer hasta llegar al punto de intentar asesinar a Momo

Alrededor parecía una muchedumbre enfadada. Todos gritaban "miente" "traidor" pero no pude evitar caer en el abismo de la duda, tenía algo de sentido la historia.

-¿la consistencia de tu comida era áspera y seca?- le pregunte agachándome a su al lado sosteniendo mi brazo en mi pierna

-si- me dijo el seguro

-utilizaron amapolas contigo- dije poniendo una mano en mi barbilla- generalmente solo funciona en mujeres pero solo los mejores "chamanes" pueden lograr que también funcionen en los hombres, te dieron una pócima de amor-dije alterado ante aquella conclusión

-pero no veía la cara de Momo en aquella chica- decía confundido

-no siempre tienes que ver a la persona que amas, a veces solo te engancha y te enamora profundamente la persona que está enfrente tuyo, como la mitología griega de las flechas de cupido

Solo los verdaderos "chamanes" logran hacer ese tipo de venenos.

- no confío en ti, y sea lo que fuera casi matas a Momo y eso merece un castigo- le dije mirándolo a los ojos- cuando regresemos a luna seguirás en la carcel y tal vez con el paso del tiempo te vuelva un sirviente para toda la eternidad-le dije serio el emitió una sonrisa

-gracias por creerme- me dijo sonriente, este chico siempre será igual.

No confiaba en el, pero no tengo otra elección. El a escapado de una carcel yo no.

- ¡qué empiece el show!- exclamó Ben poniéndose de pie de un salto alegremente

Este tipo está loco, con veneno o sin el.

Continuará.....

ERES MI TODO #1 [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora