Angel y demonio

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-Link aléjate de mí ahora- dije mientras el me sujetaba por la cintura cuando iba de camino hacia mis aposentos- no eres nada para mí y lo sabes-le dije fríamente, el solo me sonreía y me hacía sentir incomoda.
-me e acostumbrado en tener cosas que no me pertenecen- respira cerca de mi- me llaman la atención cosas que jamás tendré-me decía mientras besaba mi cuello

-déjame ir- le dije intentando soltarme pero él me sostenía con fuerza- eres muy mala te mereces un castigo-decía el con media sonrisa.

El miedo llenaba todos mis sentidos así que mi reacción fue patearle la entre pierna, haciendo que el cayera al suelo por dolor abrasándose el cuerpo como si se tratara de una herida de bala. Pude notar pequeñas lágrimas que salían de sus ojos.

- y a la próxima que intentes hacerte el listo conmigo, te quedarás sin hijos- le dije alejándome de aquel lugar.

Ya jamás ningún hombre se burlara de mi.

Me dirijo nuevamente a mis aposentos para tener un tiempo a solas, es algo desalentador no tener a Max por los alrededores, es más aburrido de lo que pensé. No hace mucho que me recupere. Pero no tuve el tiempo suficiente para convivir con el sin estar en una cama todo el día. Eso me hizo sentir algo triste. Lo único que deseaba era el día de su regreso. Ansiaba su llegada.

-hola rata muerta- decía una chica mucho más joven que yo, que vestía de una forma demasiado singular y poco convencional, llevaba un mini falda color rosa (demasiado corta para especificar),con una blusa negra de tirantes que se dejaba ver su ombligo diciendo "yo u'are BICH" como decoración. Estaba recargada con una pierna sobre la pared de brazos cruzados y con un chicle en su boca. ¿Porque tengo el presentimiento que esto no lleva a nada bueno?

-¿disculpa, te diriges a mi?- dije indignada por aquel insulto (de mal gusto por cierto)
-si, anciana- solté un gemido involuntario, ella solo masticaba su chicle con descaro.
-¿cuál es tu nombre?- le dije alzando una ceja y cruzándome de brazos
- Me llamo Amelia Darwing II para usted majestad- me decía con aires de grandeza

Tenía cara de poco amigable, no era una chica cualquiera. Pero en sus ojos podía observar que algo de mi persona le incomodaba y estaba dispuesta a descubrir lo que trae entre manos.

- Te lo repetiré solo una vez ¿oíste?-decía ella señalándome con un dedo acusador- ¡Max es mío, aléjate de él inmediatamente!-da una pausa para sacarse el chicle de la boca- tú no eres mi reina ni nada parecido así que yo no tengo la obligación de quererte o servirte- sonríe- pero tú te robaste algo que es mío y en mi planeta es pena de muerte hacia las ratas como tú- en sus ojos reflejaban ira y lujuria- tú te metiste entre nuestra felicidad...- le puse mi mano en frente de su rostro como símbolo de que parara,con esta conversación sin rumbo propio.

-¿cuántos años tienes?- pregunté dudosa
-tengo 15 años de edad-empecé a reír sin control hasta llegar al punto en el que no aguantaba a mi estómago- ¿qué es tan gracioso?- preguntaba ella indignada y con una ceja arriba como símbolo de irritación
- eres muy pequeña como para que Max se fijara en ti- le dije limpiándome las lágrimas que se me habían salido involuntariamente
-vete al demonio- me dijo enseñándome el dedo del centro haciendo que me sorprendiera rotundamente
-¿con esa boquita comes?- dije divertida haciendo que sacara humo por las orejas
- nos amamos, siempre te engaño conmigo desde que llegó- solo me mordí el labio de pensar que hay una posibilidad de que esos dos se amaran [hasta que los cerdos vuelen] pensé

Quedamos en un silencio incómodo que se presentó en aquella discusión.

-aja, nos vemos niña- le dije acariciando su cabello como si de un perro se tratara
-no me trates como un niña chiquita- decía ella cruzándose de manos

Solo me fui sin más de aquel lugar. Esa chica estaba loca. Sin mencionar ese color tan azul como tinte de cabello.

-siento romper tu burbuja, pero yo elegiré a Max como esposo cuando llegue-dije emocionada enseñándole mi espalda ya que me estaba alejando de aquel lugar.

-¡esto no acaba aquí Tames, te demostraré que soy mucho mejor mujer que tú!-exclamaba Amelia en la distancia

Había comenzado una guerra entre ella y yo. Una guerra épica entre un ángel y un demonio. Sé que Max me ama, así que estoy confiada y segura de mí.

Ganaré sin duda...

Continuará...

ERES MI TODO #1 [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora