Cuando voy a la sala veo a Kendra sonriendole tontamente al celular. Tirada en el sillón con su pijama favorita, comiendo su cereal.
-¿A que se debe esa sonrisa?
Pregunto sentándome en el suelo con las piernas cruzadas y mi taza de café en mano.
-Gary.
Hago una mueca.
-¿Tan mal te cae?
Pregunta haciendo una mueca también.
-No es eso, es que... no se, no me da confianza.
Asiente con cierta tristeza.
-Vieja, no te pongas así, no lo dije con mala intención.
-Lo se, solo eres sincera, dices lo que en realidad sientes, me encanta que seas así.
Me sonríe, y con esa sonrisa me dice que todo esta bien.
-¿Lo quieres?
Asiente.
-Te prometo que tratare de llevarme bien con él. Yo solo quiero que seas feliz, y si él es el causante de tu felicidad y te trata como te mereces, entonces yo estaré tranquila.
-Gracias vieja. Por cierto, mañana saldré con él, necesito comprarme algo para ponerme, ¿Vamos al mall?
-Claro.
Estuvimos hablando de cosas sin sentido, del trabajo, me contó sobre Gary, y así estuvimos parte de la mañana, tiradas en la sala, comiendo y hablando.