Capitulo 2

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EL hijo pródigo

Vayolet

Me desperté, como era mi costumbre, lo primero que hice al fue revisar mi celular viendo así que todo estaba a la perfeción en la empresa.

Me metí a la ducha para así poder comenzar mi día, me vestí y arregle, comencé a caminar para salir de mi departamento a mi carro en mi mente solo estaba la conversación que había tenido con Kristen antes de comer. ¿Cómo yo podía hacer que un hombre que no conocía se quisiera quedar? es decir es absurdo, la verdad es que le prometí que lo haría porque no sabía que contestar y mucho menos sabía que hacer para cumplir la promesa que no creo poder llegar a cumplir.

Estaba tan distraida en mis pensamiento cuando escuché sonar mi celular, al sacarlo del bolso noté que era Gisele mi asistente, mis ojos y oídos cuando no estoy en la empresa.

—Buenos días, ¿todo en orden?—Jamás me llama tan temprano esto debe de ser algo muy importante.

—Dios, señorita Campbell, por favor llegué pronto todo esta hecho un caos hay muchos periodistas y de más, muchos dicen que ya no trabajará aquí, no sé que esta pasando pero estoy segura de que usted no sabe de esto y llego alguien que esta en su oficina, yo le dije que no podía pasar pero simplente me guiño el ojo y siguió con su camino después me dijo no intentes llamar a los guardias ellos saben que estoy aquí y a la media hora esto se lleno de periodistas afuera del edificio—Dijo ella de una forma tan rápida y angustiada. Eso era extraño yo ya no trabajar ahí por dios eso no pasará.

—Esta bien Smith, gracias por informarme, no desesperes ya voy para allá y tranquila yo seguiré trabajando en la empresa—No sabía que lío había pero Gisele nunca se ponía así—Hablamos allá y por favor averigua lo que puedas para cuando llegué.

—Sí señorita.

Así subí al auto conduciendo a la empresa confundida, sin entender que rayos había ocurrido después de media hora ya llegando a las puertas de la empresa noté que afuera estaba lleno de periodistas y gente loca justo como me había dicho Gisele. ¿qué rayos pasaba en este lugar? ¿por qué demonios no esta todo en orden como yo lo deje?.
Baje por el estacionamiento mientras notaban mi presencia y gritaban mi nombre haciendo preguntas al entrar ahí los de seguridad me ayudaron a entrar al lugar y en cuanto dí un paso dentro, fuera de todo el caos de los periodistas, todos crearon un silencio y me imprcsoomaban sigilosamente sabiendo que no estaba de buen humor.

—Tienen trabajo ¿No es así?, entonces no entiendo por que todos estan idolatrados mirándome, hagan su trabajo que para eso les pagan—Todos se movieron a seguir con su trabajo, por mi parte seguí caminando a el elevador. Al llegar al piso de mi oficina me encontre con una Gisele asustada que se acercaba a mi con unos papeles en la mano.

—Señorita yo le dije que no podía pasar pero él se rehusó diciendo que la esperaría en su oficina, también dijo que a usted le interesaría hablar con él, Vayolet de verdad lo siento.—Seguí mi camino a la oficina y justo enfrente de la puerta me volteé a Giselle tome su hombro y respire profundo.

—Tranquila, no pasa nada, ahora sigue con tu trabajo y yo arreglaré lo que tenga que arreglar. No sé por que tanto alboroto y tampoco se quién este allá dentro pero se solucionará o almenos eso esperaba, mi enojo monumental paso a un miedo terrible pues estaba confundida no cualquiera podía llegar a este piso y menos burlar a la seguridad. ¿Quién diablos era? y ¿por qué ponía todo de cabeza? después del día de ayer no tenía cabeza para otro conflicto.

Abrí la puerta de mi oficina y un hombre que estaba de espaldas de anchos hombros, alta estatura, cabello rubio, y tez muy blanca estaba volteando a la pintura que tenía colgada a un costado.

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora