Capítulo 4

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Estoy a 2 días de cumplir la mayoría de edad y no me siento tan emocionada como yo creía pero debo admitir que me gustaría hacer una fiesta pero solo invitar a las personas más cercanas a mi.

Caminaba directo a mi lugar, justo detrás de ella, sin voltear a los lados, sin ganas de absolutamente nada.

-pareces un zombie ¿ya te lo habían dicho?- me senté.

-¿Últimamente hablas mucho no crees?- el sarcasmo no me va bien pero no tenia ganas de aguantar los comentarios de Jessica.

-huy perdón- rodó los ojos y dejo salir un gran suspiro- bien Sofia,  ¿me dirás que es lo que te esta pasando?- volteó para verme a los ojos.

-perdona Jessica, no tengo ganas de hablar y no se de que hablas yo estoy perfectamente- mi mirada estaba clavada a mi cuaderno que iba a abrir pero Jessica interrumpió poniendo su mano sobre este.

-aja, y luego que ¿el gato se comió al perro, o como?- a ella si le queda el sarcasmo.

-no quiero hablar Jessica- repetí.

-pero yo si, y quiero saber que te pasa, llevas un largo tiempo que te veo desanimada, ya no hablas como antes, sonríes forzosamente, ni siquiera te escucho hablar como antes de tus CD9, ¿que te pasa?- la mire a los ojos.

-me siento decepcionada, ¿okay?- no tenia expresión alguna en mi rostro.

-¿de quien, porque?- ahora mi mirada se conecto a la de ella. Entro el profesor y comenzó su clase lo que provocó que ya no le dijera nada a Jessica.

Termine contándole a Jessica lo ocurrido con Jos el día que me tope con él en la calle. Esto no se lo había contado a nadie, por lo menos hasta ahora.

-es increíble como es Jos- Jessica se notaba molesta por lo que le conté.

-lo se, me cuesta trabajo pensar que el es así, pero ya me resigné- toda la sangre de mi cuerpo ya estaba en mi cabeza por lo que opte por tomar una mejor postura.

-pero no todos los demás son así ¿o si?

-no lo se, eso espero pero en fin ya lo superaré- intente sonreír pero en vez de eso apareció una fea mueca.

-mejor dime ¿ya pensaste que harás para tu cumpleaños?- se sentó a la orilla de mi cama.

-no, la verdad es que no, ¿tu tienes alguna idea?- nos quedamos pensando 30 segundos.

-¿ya sabes manejar, cierto?- asentí- ¿que te parece si le dices a tus papás que te presten su camioneta y nos vamos a la playa?- dudé por un momento- además tu cumple es viernes, podemos irnos el viernes saliendo de la escuela y regresamos el domingo, ¿que te parece?- no estaba nada mal su idea, así que lo pensé.

-okay, esta bien, pero debemos hablar con mis papás para que podamos sacar el permiso y ellos lo firmen al menos en lo que saco mi credencial.

(...)

-¡Despierta ya, despierta ya, que hoy cumples años y más vieja éstas!- entro abriendo la puerta de un golpe.

-callate y dejame dormir- jale mi cobija hasta quedar completamente cubierta.

-¡DESPIERTA VIEJA GRUÑONA! ¡DESPIERTA YA!- se aventó a mi cama cayendo todo su peso en mi.

-¡Max bajate y dejame dormir!- intentaba empujarlo para que me dejara en paz, pero esos intentos fueron inútiles.

-parate ya o soy capaz de aventarte una cubeta de agua fría, además se te hace tarde para la escuela- se bajo de mi cama y salio de mi habitación.

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