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El día termino con otra fogata, esta vez estaban dedicando serenatas, estaba cansada por el ejercicio y la caminata de hoy, así que dure poco "compartiendo" con ellos y fui a dormir, esperando mañana pueda escoger una actividad menos física que la de hoy.

      
Dibujo, estaba decidida a tomar esa clase, nada de ejercicios esta vez, nada de dejarme llevar por Alexandra para alguna actividad física, ayer termine muy cansada, hoy no quería que fuese igual, así que no dude en anotar mi nombre en la lista de la clase, además, era buena dibujando, realmente buena, mi papa era ingeniero y una de mis hermanas era arquitecta, ambos se habían dedicado a enseñarme a dibujar unas cuantas cosas cuando era más pequeña y yo las había desarrollado, recuerdo una tarde, en casa de mi padre, creo que la única vez que fui cuando pequeña, mi hermana me sentó en la mesa y me hizo dibujar un paisaje, decidí dibujar unos barcos en el agua, al terminar, lo cogió  y puso en un retrato y lo colgó en la pared de la sala.

- Hola Laura. - Se asoma Steven, llevaba puesta una playera roja, unos pantalones cortos y una sandalias,  no dejaba de parecer el chico de playa perfecto.

- Hola Steven

- ¿No ayudaras a construir el fuerte?

- No, no lo creo, me he apuntado en la clase de pintura

- Si, pero esa clase no durara todo el día, puedes pasar por allá cuando termines

- Eso es cierto, pasare a ayudarlos

- Esta bien, te veo luego, chica linda - me dio un beso en la mejilla en modo de despedida y se fue en camino a las cabañas, no me había dicho donde harían el fuerte, pero luego averiguaría.

Me dirigí a la clase de pintura, me hacía falta dibujar, llevaba meses sin hacerlo y por alguna extraña razón, tenía la inspiración y el estrés necesario para dibujar cualquier cosa que me viniera a la mente.
No había muchos chicos en esta clase, éramos alrededor de 6 estudiantes, la profesora delgada, llamada Leticia impartía la clase, hoy llevaba puesto un vestido con colores llamativos y estampados triviales,  hablaba de la historia de la pintura, puso una música y dijo que dibujáramos algo que representara parte de nuestra historia. Ella me agradaba, siendo encargada de mi grupo, no nos hacía mucho caso, siempre veía que cuando alguien se le acercaba para tomar permiso para cualquier cosa fuera del campamento decía "haz lo que tu corazón desee, eres un alma libre" su tono al hablar parecía mas un canto que una conversación, es raro, me parecía muy normal e indefensa el día que me despertó en el autobús y ahora que tengo 3 días viéndola, creo que he llegado a la conclusión de que quizás, está un poco loca.
Han venido muchos recuerdos de mi infancia, pero creo que dibujare a Mía, mi primera mejor amiga, vivía cerca de casa, nos reuníamos a jugar a las cuatro de la tarde, todo los días, mi madre dice que era muy joven para recordarme de ella, pero si puedo recordar, que sufría de cáncer en los pulmones, eran tan delgada, totalmente blanca y no tenia cabello, pero siempre supe que el color de este era un rubio súper claro, o esa era lo que imaginaba, recuerdo una tarde que rescatamos una paloma, no tenia pierna, la entramos en una caja y la alimentamos, pensamos que pronto se sanaría pero a la mañana siguiente la encontramos muerta, con todo el honor que se merecía, le hicimos su entierro en el patio y arriba de su "tumba" - si es que cavar un hoyo y meter una paloma en este, cubrirlo de nuevo y poner unas cuantas piedras apiladas, puede ser llamado tumba- pusimos una flor color rosa, semanas después Mía murió, es la única muerte que hasta ahora, me ha dolido, mi madre trato de explicarme que se había ido al cielo y ahí entendí que era un ángel y había vuelto a su casa, siempre quise verla crecer, creo que para mis adentros ya sabía que se moriría, pero siempre rezaba a Dios que viviera, la verdad, la niña marco a mi familia, tanto así que las mayoría de mis primitas, se llaman Mía y yo, por supuesto nombraría así, a mi primera hija.
El tiempo de la clase ha terminado, pero no me ha alcanzado para terminar el cuadro, lo he dejado incompleto pero ya se que 
Puedo volver mañana y terminarlo, aunque dudo mucho que lo lleve a casa. 
Me dirijo a mi habitación, el día esta frio y al parecer ira a llover un poco, dormir a esta hora sería la mejor cosa que podría hacer, leeré un poco y luego veré si puedo dormir.

- ¡Lauraaa! - Veo a Ale dirigirse hacia a mi - Tengo rato buscándote.

- Pero si no quedamos en reunirnos

- Si, cierto, pero Steven dijo que seguro pasabas por allá y he estado esperándote desde entonces

- Si cierto, no creo que vaya, va a llover y la verdad estoy un poco cansada - dije y me eché a caminar

- No, - tomo de mi brazo haciéndome parar y girar hacia a el - tienes que ir al fuerte conmigo

- Ale, va a llover

- Si, pero tienes que ir

- No me gustan los fuertes, no voy a ir

- Entonces no hagas nada, solo ven conmigo

- No, no quiero ir

- Laura, por favor

- No iré a verlos construir algo que no me interesa en lo absoluto. - Esto me estaba molestando, estaba a punto de llover y era el clima perfecto para tomar una siesta y despertar 3 horas después totalmente relajada, no tenía ni idea de que se creía y de donde había sacado tanta confianza para obligarme a ir a un sitio donde no quería.

- Solo pasa y si no te gusta te vas

- Esta bien - hice una pausa y lo mire fijamente - pero solo pasare y me iré

- Esta bien por mi - mostro una gran sonrisa y agacho la cabeza - vámonos

- Vámonos - rodee los ojos y camine justo al lado de él, sin entender porque había insistido tanto en que lo acompañara a ver un fuerte.

La verdad a lo que le llamaban fuerte era más bien una casa en un árbol, nunca había  visto una, bueno si, solo en películas. Ya la habían terminado y estaban pintándola.

- Para eso quería que vinieras - dijo Alexander con voz suave - te gusta pintar y desde que dijeron que  teníamos que pintarla, pensé en ti.

- Es muy tierno, pero... ¿Quién te dijo que me gustaba pintar?

- ¿No te gusta? - aclaro los ojos en forma de sorpresa - bueno, me dijeron que estabas en la clase de pintura y supuse, que te gustaba pintar.

- Si, si me gusta, gracias por tomarlo en cuenta - cruce los brazos y lo mire con una sonrisa - los ayudare a pintar.

Las próximas horas fueron divertidas, Alexander se la paso a mi lado, pintando la casa y haciendo chistes, de vez en cuando jugábamos con las pinturas y hacíamos dibujos con ella en la casita, a pesar de que quien me había invitado era Steven no logre verlo mientras estuve ahí, pero tampoco hizo mucha falta, me la estaba pasando muy bien mientras pintaba con el.

- ¿Estas cansada? - Pregunto Ale y me quito de la mano, la pintura y las brochas

- Vamos por algo de bebida

- Si claro - tomo de mi mano para ayudarme a bajar del árbol y nos fuimos a la cafetería.

- Creo que ahora si puedes irte a tu cabaña

- Oh claro, ya lograste lo que querías - dije riéndome y mire al piso, podía sentir su mirada posada sobre mi - se que estoy sucia de pintura, no tienes que quedarte mirándome

- No, no es eso

- ¿Entonces qué?

- No nada, discúlpame si te molesta.

- No descuida, estoy bromeando - Alcanzo el manubrio de la puerta, pero Ale la empuja por mí, posando su mano sobre la mía - Gracias

- No hay de que, voy por agua y algunas frutas, ve buscando una mesa

- Esta bien.
 
A lo lejos pude ver a Steven, hacerme señas para que me acercara, sé que no había ido con él al fuerte, pero seguro ya noto porque estaba embarrada de pintura, que estuve allá, le he fallado al chico lindo, de estilo bohemio. 《Oh no, ya viene para acá》

- Hola Laura, veo que tu clase de pintura estuvo muy divertida

- Oh no, esto no fue en la clase fue...

- En el fuerte, me ayudo a pintar el fuerte - respondió Ale y me entrego la botella de agua. 《Oh oh, esto no es bueno》

Fall for the first time Donde viven las historias. Descúbrelo ahora