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Sin duda era lo más bello que había visto hasta ahora.

- Ven, sentémonos un rato. - Se sentó y palmeaba el suelo para que me sentara a su lado.
No dude en hacerlo y me senté. No podría creer lo que tenía en frente pero sin duda quería disfrutarlo.
Era un lugar al que cualquiera que viniera se sentiría lleno de paz, estábamos encima de una roca, los que nos permitía ver que había un lago debajo de nosotros y detrás pinos altos, que parecían esconder algo tenebroso, daba miedo quedarse mirando hacia allá, y el cielo, lleno de estrellas, como si pudiera ver la galaxia sin necesitar telescopio, era como si cada estrella me indicara de donde vengo o hacia donde voy, y la luna, era la parte romántica del sitio, estaba a un costado, tan lejos de las estrellas pero alumbraba lo suficiente para que todo lo demás se vea, era un lugar mágico y cuando pude fijarme una vez más en el lago, me di cuenta que hay estaba todo reflejado. -¿Porque me trajiste aquí? - Pregunté

-Para que tomarás fotos, no sé, supuse que te gustaría.

- Y me gusta, pero si descubro un lugar como este no creo que lo compartiría con todo el mundo.

- Y espero que no lo hagas.

Nos quedamos en silencio una vez más, pero era cómodo quedarse callado mirando toda la belleza que teníamos en frente, mami al fin pegaba con algo y es que verdaderamente no me arrepentiría de venir a este lugar y mucho menos de haber visto esto

- ¿Quien quieres que vea esto contigo?

Lo miré, no entendía que clase de pregunta era esa, le acababa de decir que no compartiría esto con cualquiera, quería dejar dicho que no lo vería nadie. - ¿Por qué preguntas?

- No lo sé, dicen que si vas a un lugar y piensas en compartirlo con alguien, es porque lo extrañas.

- Oh, supongo que con nadie.

- Bien. - Me miro con una sonrisa en sus labios y volvió a mirar hacia delante - ¿Cuál es tu mas grande miedo?

- Es una buena pregunta, pero ya me la habían echo antes, mi respuesta seria fácil y creo que todo aquel que me conociera sabría cual era - Perder a mi padre. ¿y tú?

- Creo que el miedo más grande de todos es perder a otra persona - me miro y se rio, le asentí en respuesta - sin saber que en ningún momento, nadie nos pertenece.

- Entonces tienes miedo de perder a alguien

- Tengo miedo de encontrar a alguien y perderlo - hizo comillas con los dedos al pronunciar la ultima parte

- Procura cuidarlo lo suficiente. - Era bastante raro que hiciera este tipo de preguntas, pero me gustaba que no se preocupara solamente por lo superficial de una persona, no hacia las mismas preguntas de cuál es tu color favorito o tu animal preferido, buscaba algo más profundo.
Me daba la impresión de que era de mi tipo de personas, buscando algo mas, algo dentro del alma.
- ¿Que actividades planeas hacer mañana? - dije para tratar de llenar el vacío que daba el silencio.

- Quizás juegue un poco de básquet

- Oh, juegas. Algo más que tocar una guitarra - me reí y me empujo suavemente por el hombro mientras me sonreía - ¿Aquí hay alguna cancha para jugar?

- Si, del otro lado de la cafetería.

- Bien, deberías enseñarme a jugar algún día.

- Eso sería un placer.

Nos quedamos hablando durante horas, la conversación se volvía mas entretenida cada hora. Después de todo, creo que darle la oportunidad de traerme aquí a calmado un poco que me parezca molestoso, no me está obligando a una conversación y no puedo mentirles, los temas con el salen con una naturalidad increíble, la noche, o más bien la madrugada, pasaba de historias sobre nosotros a chistes sutiles.

Fall for the first time Donde viven las historias. Descúbrelo ahora