Me encontraba en el Instituto de Agentes Secreto, mejor conocido como la IAS.
No sé exactamente que quiere mi jefe, él no me quiso dar muchos detalles, pero todo sea por la seguridad de los inocentes.
Salir de la Universidad fue pan comido, lo único que tuve que hacer fue persuadir a la directora de que tenía que estar en otra parte, y como ella conoce muy bien que soy una de los promedios más altos, pues no le tocó más de otra que dejarme salir antes, de todas formas le pedí a uno de mis muy cercanos compañeros de clases que tomé apuntes en mi ausencia, aunque claro, cabe aclarar que no son mis amigos, son solamente "conocidos de clase", y lo que hace por mi es como un tipo de "favor" que luego le pagaré.
Me encontraba frente a la puerta reforzada de titanio que daba a la oficina de mi queridísimo jefe, el cual me hizo venir lo antes posible sin quisiera darme una mínima información de cuál era el motivo de que me necesitaba con urgencia. Sin quisiera en molestarme en pedir permiso, entre captando la atención de mi superior que estaba sentado en su escritorio, aparte de también de una misteriosa mujer que estaba a la par suya, a la cual jamás había visto.
— Espero que tengas una muy buena razón para que yo tuviera que venir tan deprisa — Hablé sin tener el más mínimo tacto que mi voz podía dar.
La mujer que hace unos segundos se mantenía sería sin mover ni un sólo músculo, se me quedo mirando fijamente sorprendida de mi atrevimiento de hablarle así a mi jefe. Mi jefe dirigió su mirada a mi, luego a la extraña mujer y volviendo otra vez a mi. Organizándose la corbata y aclarando bien la voz, me hablo con su voz totalmente severa.
— Pero que son esos modales agente, esa no es forma de hablar frente a una presencia como yo de alta autoridad, y sin mencionar qué frente a una invitada de la AIJ.
La AIJ significa Agencia Internacional Juvenil. Es simplemente otra Academia de espía que queda al otro lado del país, es igual de importante como la IAS. En parte me sentía avergonzada de tener que hablar con tanta altanería, pero eso no justifica que me tocó salir a mitad de la jornada de estudio para tener que venir aquí de inmediato.
Tomando una mejor postura, y tomando un gran suspiro, me presente como debía ser necesario. Tan sólo dando unos pasos, me encontraba más cerca de ellos, y estirando la mano a la desconocida mujer bien vestida, me presenté.
— Mucho gusto, perdóneme por el espectáculo que acabó de dar, soy consciente que eso fue una gran falta de respecto. Yo soy Roxana, mejor conocida como la Agente Graves, un placer.
Tardó un segundo en aceptar mi saludo, pero al final tomó mi mano y la estrecho con mucho gusto.
— El placer es todo mío, y no te preocupes, se muy bien que ser una espía de alto nivel puede dar dolor de cabeza.
Me regaló una sonrisa indicado que me comprendía a la perfección. Eso hacía que se me desvaneciera la vergüenza por completa.
— Agente, ella es la directora Smith, es la fundadora y dueña de la AIJ. Esta aquí para acompañarnos un tiempo indefinido.
Presentó a la señora no más mayor de 35 años que tenía a su lado, la cual esta bien vestida como toda una dama.
— Y ¿cuál es el asunto importante? — Me atreví a decir después de un minuto.
La directora, se dio el privilegio de anunciar la situación. Con una voz muy refinada, se dirigió a mi explicándome el problema.
— Verás, desde un tiempo para acá, mis agentes han estado siguiendo las huellas de uno de los criminales más buscados en toda America, Leonardo Sánchez, pero es mejor conocido como Varón Mafia. Siempre cuando estamos al más mínimo alcance de arrestarlo se nos escapa de muestras manos y huye a un lugar remoto desconocido. Llevamos más de 3 años siguiendo sus pistas, pero a estas alturas no hemos podido meterlo en las rejas — Informa.
— Y aquí es donde entras tú — Me apuntó con su dedo índice dándome a informar que me tenía una nueva misión asignada.
— Déjenme unir los puntos. Están diciendo que quieren que trabaje con la AIJ para al fin hundir a ese miserable en la cárcel.
— Exacto, tu superior dice que eres una de las mejores Agentes que tiene a su disposición.
— ¿Cuándo empiezo?
Estaba más que preparada para poder atrapar al Varón Mafia y hacer justicia con él.
— En una semana, pero no trabajaras sola esta vez.
Me sentí confundida al escuchar esas palabras.
— Trabajaras junto a uno de mis espías, él es uno de los cuales tengo máxima confianza para esta misión.
Esto tenía que ser un chiste. Me ofende de verdad en el fondo que no crean que pueda hacerlo sola, sabiendo perfectamente mi jefe que he atrapado a los más viles criminales sin la necesidad de un compañero.
— Me están tomando el pelo ¿verdad?
— No Agente Graves, es totalmente enserió — Manifiesta mi Jefe sin una pizca de estar bromeando.
Estaba que explotaba de la ira, sencillamente no lo podía creer.
— Jamás he necesitado un compañero, y dudo mucho que lo necesite a estas alturas.
— Lo sabemos, pero no te vendrá mal algo de ayuda, y como eres una gran espía, el tener un compañero no será ningún inconveniente ¿o me equivocó? — Expresa la Directora Smith.
Mordí mi lengua aguantando el tener que decirle a los dos miles de razones del porqué no necesita un "compañero". Aguantándome mi disgusto dije.
— No, claro que no.
— Bien. Esta hecho—Manifiesta la elegante mujer.
— Te presentaremos a tu compañero cuando estés con tu uniforme.
Se retiraron de la oficina dejándome totalmente sola, y con una gran inconformidad en el pecho de tener que trabajar al lado de un compañero. Pero no importa, demostrare que puedo hacer las cosas sola sin él, aunque sea lo último que haga.
Foto de multimedia
Sacado de la página: http://pictures.4ever.eu/tag/26199/alex-pettyfer
ESTÁS LEYENDO
No Soy Normal... Soy Una Espía
Teen FictionMe mantengo oculta, con sigilo, voy siguiendo cada paso de los mayores criminales del mundo. Mi nombre es Roxana, y no soy como cualquier otra chica normal. Por el día tengo una vida como cualquier otra, pero cuando me necesitan, me convierto en un...