Phinbella

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Isabella

Oh Dios, creo que voy a morir ahogada en números. Un millón de chicos me han venido a dar sus números, le tuve que pedir a Phineas una caja que el invento que no tiene fondo, ósea que puede entrar lo que sea infinitamente y puse todos los numero ahí.

Por fin era hora del almuerzo, además de números, también nos pedían autógrafos. Nuestro grupo se sentó en una mesa con exactamente 5 sillas. Nos sentamos ya con nuestros almuerzos y comenzamos a comer.

Comenzamos a contar lo que nos había pasado hoy. Nos reímos por lo que nos pasaba. Y hacíamos bromas acorde a la historia. La campana sonó y Phineas, Ferb, Baljeet y yo nos despedimos de Bufford. Nos tocaba educación física. Nos fuimos a cambiar a los vestidores por el uniforme de deportes, este si era de la escuela y todos eran iguales. Pantalones cortos color rojo y una camiseta blanca con tenis a tu preferencia. Phineas nos dio unos tenis increíbles. Qué se ajustaban a tu medida. Te decía cuantos pasos corriste, tenían un aire acondicionado para los pies, eran del color que quisieras, brillaba en la oscuridad y eran súper cómodos. Nosotros 5 teníamos uno.

- ¡Denme 50 vueltas a la cancha! ¡Ya! -el profesor sonó el silbato y todos empezamos a correr.

- ¡Uff! ¡Mi peor materia! -exclamó Baljeet cansado, y eso que aún no va ni media cancha.

Todos reímos. Phineas, Ferb y yo hacíamos una carrera haber quien terminaba primero. Baljeet se había quedado unas vueltas atrás. Los 3 íbamos tan sincronizados, que creía que iba a ser un empate.

Al final dimos 52 vueltas y no nos habíamos dado cuenta. Luego nos pusieron a jugar mini Volleyball.

Éramos Phineas, Ferb, yo y Baljeet. Contra otras 4 personas.

Íbamos ganando 12 a 0.

Phineas

- ¡Oye Izzy! ¡Esto me recuerda a la vez que estábamos en la playa jugando Volleyball playero! -grite mientras le daba a la pelota, intentando que recordara la gran caída que Baljeet tuvo encima de la fortaleza de arena de Bufford.

Ya pueden imaginarse que fue lo que pasó.

- ¡Si! ¡Además de que Baljeet y Bufford...! -no termino de narrar porque empezó a reírse descontroladamente.

Había estando tan distraída que la pelota le había dado justo en la cara, haciéndola caer.

- ¡Losiento! -gritó la culpable.

No la mire, estaba muy ocupado corriendo hacia ella. La cargue en forma de princesa. Y después de avisarle al entrenador, la lleve a la enfermería.

- ¿Hola? ¿Enfermera? -pregunte adentrándome en la enfermería.

Al parecer no había nadie, como de costumbre. La recosté en la camilla.

- ¿Qué tengo? -preguntó ella con su voz apagada.

Algo se quebró dentro de mi, al escuchar esa voz tan triste.

- Solo tienes un moretón -le respondí buscando el botiquín de primeros auxilios.

Lo abrí y saque una gaza, un poco de alcohol, y una crema junto con algo de cinta adhesiva.

Tome unas pinzas con un algodón en la punta. Le eche algo de alcohol a el algodón y lo pase por su herida.

Ella hizo una mueca de dolor.

- ¡Arde! -se quejó.

- Esto desinfectara la herida, no te muevas -dije dándole pequeñas puntadas a la herida.

Ya cuando termine de desinfectarla, le puse una crema para que no le duela, y le puse la Gaza con cinta adhesiva.

Jamás estuve tan cerca de Isabella. Jamás vi sus hermosos ojos azules tan de cerca. Su hermoso rostro. Me separe rápidamente de ella al escuchar la puerta abrirse.

- ¿¡Isabella?! -gritaron las voces de mis amigos entrando a la habitación.

Yo suspire algo molesto.

- ¿Estás bien? -preguntó Baljeet.

- ¿Quién fue el tonto que te hizo esto? -preguntó Bufford haciendo sus manos puños.

- Fue una chica, y fue un accidente, estaba distraída riéndome de algo -río cortamente Isabella al recordar.

Me sentí culpable. Si no le hubiera hablado en el partido, no la hubiera distraído y no hubiera pasado esto.

- Losiento, fue mi culpa -me disculpe agachando la cabeza.

- No fue tu culpa, tranquilo Phineas -sonrío Isabella.

Esa sonrisa me levanto el animo, y otra vez sentí algo en mi estomago.

Creo que le pediré a mama alguna píldora para el estomago.

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En mi opinión Phinbella está cada ves más cerca. Tercer capítulo chicos. Dale a la 🌟. Ósea, demuéstrame tu amorshhhh ❤️. Creo que tengo algún vicio de que en la mayoría de mis historias la enfermera nunca este. 😅
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