Los Guardianes Elementales 1: La Princesa Lunar

Capitulo 5: Descubrimientos y cumpleaños.

Mi padrinos nos llevo hasta su habitación y nos entrego lo que parecía ser un diario intimo a cada uno, inspeccione la tapa del que me entrego a mi. Tenía una etiqueta vieja que decía "Princesa Diana memorias" era de terciopelo negro y tapa dura, cuando lo abrí pude ver que tenían las hojas amarillas y una pequeña nota escrita con una letra muy similar a la mía que estaba en cursiva. en ella se podía leer "Si estas leyendo esto es que eres yo y no recuerdas nada del pasado y tal vez no recuerdes a la princesa así no me va a quedar de otra que pedirte o seria pedirme, no lo se pero eres yo así que entenderás, cuídala y nunca olvides tu deber, firma la guardiana del Caos, Diana"
-Creo que debo de explicarles un par de cosas- dijo mi padrino.
-Creo que no es necesario- le corte- Ya se todo- asegure con una sonrisa, ellos me miraron confundidos- lo se desde hace años, todas las pesadillas solo eran recuerdos del pasado, por eso... creo que no es necesario que me digas que hemos renacido después de sacrificarnos por destruir a nuestros enemigos en la última batalla, creo que siempre fui lo suficientemente precavida para escribir un diario antes de morir, aun sin memoria me reuní con todos... Tuve buenos guardianes durante esta vida, lastima la perdida- confese con una sonrisa triste y iba a continuar pero Serene me interrumpió.
-¿Quieres explicarte?- inquirió y yo asentí.
-Tu eres la princesa lunar, yo la guardiana del caos... y los otros cinco guardianes son: Eliot, Endimion, Emily y Sarah- dije con obviedad- después de acabar con el mal en la última batalla los 6 renacimos- finalice.
-¿Me estas diciendo que ese cuento que nos leían era verdad, y que yo soy esa princesa?- inquirió confundida.
-Vamos princesa si puedes ser la reina de gran bretaña, lo puedes ser de la luna ¿no crees?- dije con gracia.
-Se nota que has despertado- dijo mi padrino- quien iba a pensar que extrañaría tu mal carácter y despreocupación- finalizo, yo lo mire extrañado y luego dije resignada.
-No eres humano ¿Verdad?- él negó- ¿Quien eres?
-Eso me duele mucho- dijo con falsa pena, transformando su apariencia de unos 45 años a la de no más de 21 años. con el pelo castaño sin canas, varios kilos de menos, su barba cambio por una más prolija y de no más de dos días, su cuerpo dejo de estar regordete, pasando a ser uno bien formado, lo único que había quedado igual eran sus ojos azules zafiro, me quede mirándolos unos instantes y luego me lance a sus brazos.
-Tristán- dije con lágrimas en los ojos- debí de imaginarme que eras tu.
-No hay problema- dijo atrapándome entre sus brazos- me alegro que seas la tu, tu y no la tu humana melancólica- se burló de mi.
-Oigan, todo bien pero yo aun no tengo mis recuerdos así que me subtitulan el reencuentro- pidio irritada mi princesa.
-Aunque tuvieras tus recuerdos no sabrías quien es él, era mi caballero antes de la guerra de los reinos, nunca lo conociste- dije sin soltarlo.
-Deje la corte en el mismo instante que Diana y los demás se convirtieron en guardianes- explico con melancolía, le di un beso en la mejilla, para después decir con dulzura.
-No me hagas volver a repetirlo, sabes que no fue tu culpa... ¿Porque estas aquí entonces?- inquirió Serene.
-Porque cuando descubrieron que los seis estaban por nacer en el mundo mortal, cada rey busco a su mejor caballero, el de más confianza y sobretodo uno que les pueda dar confianza aun sin que lo recuerden... entonces los seis nos acercamos a sus padres les contamos la verdad y nos convertimos en sus padrinos para poder estar cerca de ustedes y protegerlos hasta que despierten- finalizo.
-Eso tiene sentido, eres la persona en que más confio- asegure con una sonrisa.
-Creí que esa eras tu- dijo con burla.
-Eres la persona en la que más confío después de mi- rei.
-¿Puedo preguntar qué hay de mi?- Inquirió Serene con celos.
-Serene- dije abrazándolo- Te quiero pero no te confiaría mi vida, yo soy la que debe protegerte- ella sonrió.

Era viernes, mi cumpleaños, estaba en la escuela todo era igual que siempre, nada había cambiado. Cuando entre fui a mi casillero en el encontré una caja, que dentro encontré un collar de plata con un dije de mariposa, dentro una carta que decía "Feliz cumpleaños, este regalo es para que sepas que algunos aun te queremos" solté una pequeña sonrisa, guarde la caja y me puse el collar luego me dirigí a clases.

Cuando salía en el estacionamiento estaba Serene sobre una moto esperándome, corrí hasta ella y nos abrazamos. Cuando la solté ella me entrego un casco, la mire extrañada, para después decir.
-Sabes conducir- no estaba segura de ese asunto.
-Vamos... no confías en mi, además vine hasta acá sin chocar- reconocio divertida.
-Bien confiaré en ti- dije por ponerme el casco.
-¿Qué lindo collar?- comentó con una sonrisa.
-Hazte la tonta, se que me lo regalaste tu- respondi con obviedad ella me miro extrañada.
-Yo no te regale nada- aseguro confundida.
-Entonces no se, vamos quiero salir de aquí- pedi subiendo a la moto. Fue uno de los mejores días de mi vida. Serene y yo salimos Tristán volvió a su forma sexy para salir con nosotros. Aquella noche supe que mi vida cambiaría, al menos un poco.

Con mis recuerdos, supe que volvería a ser quien era, las pesadillas habían desaparecido. Casi habia recuperado mi felicidad por completo y luego de un año era la antigua yo.