Capítulo 3

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3TRAICIÓN 

LOS DÍAS PASABAN, Y CON ellos nuestra esperanza. No es que hubiera muchas muertes, todo lo contrario, habían pasado cuatro días y nadie había muerto.

El Capitolio no tardará en tomar medidas. Los tributos de los otros distritos no tardarán en salir.

Ahora mismo era de madrugada, escuché unos pasos por lo que me hice la dormida. Seguro que serían Nash o West. Este último me movió a lo que yo, hice cómo que me despertaba.

—No tienes que fingir, sé que no estabas dormida—me susurró al oído.

—¿Cómo lo sabes?—le pregunté y su sonrisa no tardó en aparecer.

—Digamos que no me quedo tranquilo hasta que te duermes—confesó desviando su mirada a los árboles, dejándome de piedra.—Pero bueno, eso no es por lo que te he "despertado"—aclaró haciendo comillas.

—Entonces...—intenté que siguiera contándome el verdadero motivo.

—He notado que Nash ha estado muy rara durante estos día. Se ha estado yendo durante las madrugadas cuando se suponía que era su turno de vigilancia—me dijo señalando el saco de Nash que, efectivamente, estaba vacío. Mientras decía esto él  cogía algunas armas, preparándose como si nos fueran a atacar en cualquier momento.

—Ten varias armas a mano, te harán falta—me advirtió cauteloso.

Cogí un par de cuchillos, que guardé en una especie de cinturón que me puse  alrededor de la cintura, y un hacha.

—Sígueme—West me guiaba hasta unas huellas en la nieve que debían ser de Nash. Las seguimos con cuidado hasta llegar hasta una especie de ruinas, donde había un campamento parecido al nuestro.

Estaba a punto de decir algo cuando West vio mis intenciones y me tapó la boca con su mano. No se la iba a morder, ya que sabía que me iba a explicar todo lo que estaba pasando. Antes de que lo pudiera hacer, observamos a Nash con los dos tributos del distrito 2. Esta era la alianza de profesionales que tanto esperábamos los de los demás distritos. Nada nos había traicionado para seguir la tradición del 1.
Cuando terminé de asimilarlo, me puse a escuchar su conversación. Podía oír cómo se reían pero todavía no averiguaba el motivo.

—Sí, fue muy divertido matar a los del Distrito Doce, eran muy débiles—un grito ahogado por la mano de West salió de mí. Fue casi imperceptible por la fuerza que estaba haciendo su mano en mi boca. No obstante, la mirada que me dirigió West me salvó de emitir algún ruido más. Me advertía lo que nos jugábamos.

—¿Habéis visto sus caras cuando le he clavado la flecha en el cuello al chico y ha empezado a vomitar sangre?—se reía Nash escandalosamente con ellos.
Aquella no era la chica que yo había conocido, esta destellaba crueldad.

—No te olvides que hay que traer a tus amigos para matarlos.

—No son mis amigos, ni siquiera confío en ellos—negó con la cabeza.—¿Por qué crees que los traicionaría si no?

¿Y si todo formaba parte de un plan macabro y West estaba con ellos? No quería pensar en aquello pero todas las posibilidades se encontraban ahora abiertas.

—¿Cómo los traerás hasta aquí?—le preguntó Ivanna a Nash.

—No será necesario traerlos hasta aquí. Hoy cuando se levanten les diré que necesitamos agua, y nos dirigiremos a la cornucopia a buscarla. Ahí estaréis  vosotros preparados para atacar  y poder matarlos. Entonces me volveré contra ellos y mataré a cualquiera de los dos, al que esté más cerca de mí—terminó de explicar.—¿Os parece?—quiso saber los pensamientos del dúo calavera.

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⏰ Última actualización: Jan 05 ⏰

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Survive© (Finnick Odair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora