Capítulo 1

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1|MUÑECA DE PORCELANA

AL DESPERTARME SENTÍ QUE ESTABA en un sitio en movimiento, escuchaba unas voces pero no lograba distinguirlas.

Fui abriendo los ojos poco a poco hasta que me acostumbré a la luz y lo primero que vi fue el rostro arrugado de una mujer que además tenía el pelo grisáceo.

—¡Por fin te despiertas! Ya empezaba a creer que estabas muerta—dijo ella con lo que me pareció que era una sonrisa.

Al ver que no hablaba, ella lo hizo por mí.

—Soy tu mentora. Me llamo Mags—sonrió.—Gané los Undécimos Juegos del Hambre. Soy amiga de tu madre, también fui su mentora. Sé que es una coincidencia desagradable. Me hubiese gustado conocerte de otra forma, me moría de ganas.

—Hola, Mags—me froté los ojos con cuidado—Soy Diana Storm—solté una risa nerviosa—Perdona, supongo que eso ya lo sabías. Tengo 12 años—me presenté un poco intimidada.

—Bueno, Diana, ¿tienes alguna habilidad que te pueda servir para  sobrevivir?—preguntó ella.

—Creo que sí, Mags. Tanto mi familia como yo sabíamos que esto iba a pasar. Mi padre decidió entrenarme desde hace dos años, antes de que el Presidente descubriera  la traición de mi padre. Por lo que, soy buena con las hachas arrojadizas y con los cuchillos. No obstante, necesito mejorar mi tiro con arco y mi combate en el cuerpo a cuerpo—dije yo más segura.

—Está bien, querida. Lo primero que tenemos que hacer es formar como una máscara, que deberás tener siempre puesta delante del Capitolio y los otros tributos. Esta deberá mostrarte como alguien inocente e incapaz de dañar a nadie—dijo ella pensativa.

Mientras Mags pensaba me puse a observar el lugar en el que me encontraba. Era un tren algo lujoso, a la vez que vacío. Ryan no se encontraba donde nosotras ni tampoco nadie del staff del Capitolio.

—Mags, ¿Dónde estamos?—pregunté algo confundida.

—En un tren de camino al Capitolio. Sé que te preguntas dónde está Ryan, el está en el vagón-bar, comiendo—dijo ella.

—¿Cuántas horas son hasta el Capitolio?—pregunté.

—Son cuatro horas y ya llevamos tres, en una hora o así llegaremos. Por ahora, concentrémonos en lo que vas a hacer cuando llegues al Capitolio. Recuerda, no puedes confiar en ningún tributo. Te recomiendo que no te alíes con nadie ya que intentarán matarte en la primera oportunidad que tengan—me advirtió un tanto seria.—Ni siquiera confíes en Ryan, hay algo de él que me da  mala espina—negó con la cabeza.

—Está bien, gracias Mags—dije abrazándola.

—¿Por qué?—preguntó ella.

—Por ayudarme, por estar aquí, ahora más que nunca necesito alguien en quien pueda confiar.

Mags se enterneció ante sus palabras. Nadie debería pasar por aquella tortura y menos una niña de su edad. Si algo atormentaba a Mags era que estaba segura de que desde que ella puso un pie en ese tren, su niñez había acabado. Para más inri, puede que incluso antes, pues, lo que tenía que haber sufrido sólo lo sabían ella y sus padres. No era lo mismo contarlo que vivirlo.

Survive© (Finnick Odair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora