KNOX

7

P.O.V. SOLANDRES
Agosto 2016
Martes 2/08 - 9:36PM

Estaba llegando a la casa de Bler y cuando se percató, la puerta de la entrada estaba abierta, se asustó, se bajó del auto con el niño en brazos para investigar que pasaba. Bler nunca dejaba la puerta abierta debido a sus miedos de que la robaran o mataran, creo que las películas la estaban afectando.

Empecé a caminar a la casa de Bler. Las luces estaban apagadas y el miedo corría por mi espalda. Sentía ese mismo miedo que cuando estaba con Oleg, y por un momento dejé de pensar en eso. Él no podría estar ahí, ¿o si?.

- Bler ¿estas aquí?

No escuché ninguna respuesta y decidí agarrar un jarrón donde estaban unas hermosas rosas por si corría peligro.

- Vamos Bler, me estas asustando.

Seguí avanzando hasta la sala y no había nada. El televisor apagado y los muebles estaban en orden pero se notaba que alguien estaba sentado allí. Llegué a la cocina y no había nadie. El último lugar que me faltaba era el patio trasero y aún sentía miedo de que Oleg hubiera cumplido todas sus amenazas cuando me maltrataba.

Cuando llegué al patio trasero, las luces estaban apagadas pero se veían ciertas sombras moviéndose de un lado al otro. Agarré el jarrón más fuerte, era mi única arma para defenderme y salvar a Knox de cualquier ataque. Encendí la luz y cuando vi...

- SORPRESAAAAA - dijeron todos al unísono y salieron de sus escondites y corrieron hacia mí

- Bler, no puedo creerlo - suspiré aliviada al encontrarme con la mirada de Bler y que además estaba bien. Ella es mi única amiga y la que me entiende, sobretodo por lo de Oleg. Me conoce hasta en lo más mínimo. Sabe cuando estoy bien, estoy mal o preocupada, no sé como lo hace pero me conoce incluso mejor que yo misma.

- Y eso no es todo. Salgan - detrás de unos arbustos salieron mis padres. La emoción que sentí al saber que estaban bien y que además estaban aquí para el segundo cumpleaños de Knox hizo que se me saliera una lagrima de una mezcla de sentimientos que estaban buscando la manera de salir.

- No puedo creer que estén aquí. Bler, ¿que hiciste para traerlos? No lo puedo creer - no sé como hizo Bler para traerlos. Estaba emocionada pero a la vez asustada de que Oleg supiera mi paradero. Mis padres estaban en Rusia y de un momento a otro estaban en frente de mi, mi temor era que lo mismo pasará con Oleg. Tratando de olvidar esos pensamientos corrí con Knox en brazos a saludarlos y darles un fuerte abrazo -. No puedo creer que esten aquí. ¿Como estan? ¿Que tal Rusia?

- Bien hija, y Rusia como siempre - respondió mi padre con lagrimas apunto de desbordar de sus bellos ojos azules.

- Hija, te hemos extrañado mucho, no te imaginas cuanto. Y también a nuestro pequeño Knox - dijo mi madre agarrando a Knox en sus brazos -. Hola mi cielo, estas grande - dijo hablándole a Knox -. Te hemos extrañado mucho.

Dejé a mis padres para saludar a todos los que se encontraban allí. Estaba la hermana de Bler, Gema, también se encontraban allí los amigos de Knox de la guardería junto a sus padres.

Aún no podía creer que Bler se arriesgara tanto a invitar a desconocidos, porque así eran los padres de todos esos niños excepto unos cuantos, a su casa. Me parecía una locura, incluso el que mis padres estuvieran aquí, sonaba cruel en mi mente pero así lo sentía y no me perdonaba por sentirme así gracias a Oleg. Me preparé para hacerle un millón de preguntas a Bler acerca de como había traído a mis padres.

Comencé a buscar a Bler y no la conseguí en ningún lugar del patio, supuse que estaba en la cocina buscando comida para brindarles a los invitados. Pensé que era el lugar correcto para hacerle las preguntas que tenía en mente ya que ahí estábamos solas.

Caminé hacia la puerta trasera para dirigirme a la cocina. Abrí la puerta y eché una última mirada a todas las personas que se hallaban ahí: mis padres, Gema, esos pequeños amigos de Knox, sus padres, y mi Knox. Todos estaban en peligro si se encontraban cerca de mí y lo peor era que solo pocas personas lo sabían. Los observé a todos y entré en busca de Bler.

-Gum&DarkEyes