8.Mindanao

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8. Mindanao

-¿Qué has dicho?- le pregunté mientras me giraba con cara de asombro.

-Rebecca- respondió como si fuera lo más natural del mundo.

-Baja la voz idiota- susurre/grite.

Me acerqué a la cama.

-¿Cómo mierda sabes eso?- dije bajo.

-Se más cosas de las que piensas princesa- dice picarón

-Responde lo que te pregunto, o te arrepentirás juro por Dios que te arrepentirás-

-No puedo decirte aún- baja la mirada.

Esto es todo, no puedo aguantar más a este extraño en mi trabajo y vida.

-Cuando se te cure eso- Apunte a su antebrazo. –Te largarás de aquí, y nunca más nos volveremos a ver. ¿Te quedó claro Jenkins?-

-Súper claro- me sonrió.

Lo cual hizo que mi enojo aumentara y saliera de la habitación pegando un portazo.

Camine hasta la oficina y marqué a Pietro para arreglar los asuntos que teníamos pendientes. Llamé a cinco de mis hombres y a dos mujeres para que fueran a Milán y entregaran la coca.

Marie y Sadie estarán encargadas de contar el dinero y verificar que todo esté bien.

Después de arreglar todo ese asunto iba a disponerme a resolver donde mierda se había metido Adam y Steph. Estaba viendo donde marcaba su GPS, si el muy idiota la deja encendido, pero gracias al cielo tuve hace meses un compañero hacker, el me enseño algo poco de cómo manejar su GPS a través de ordenador.

Después de ver que estaba en una de las tres islas de las Filipinas exactamente en Mindanao alguien toca mi puerta.

-Adelante- digo sin quitar la vista de la computadora.

Williams, Isaac Williams se asoma por el umbral de la puerta.

-El tipo de arriba quiere verla señorita- me dice.

Isaac es un tipo enorme de piel morena, es hasta ahora el empleado más confiable que tengo, pero una nunca sabe.

-Becci- me susurra Isaac.

-¿Qué ocurre Isaac?-

-Yo no me fío de ese tipo, no me da buena espina- me dice aún más bajo

-Yo tampoco, pero tenemos que estar tranquilos por qué cuando se le cure su herida se largará de aquí-

Isaac asiente con la cabeza y se dirige hacia la cocina. Yo subo los escalones y abrí la puerta en donde se encuentra Chris.

-¿Qué querías?- le escupo desde la puerta.

-Acércate- me dice.

Claro que no me voy a acercar.

-Dime que quieres o me largo-

-Solo entra a la habitación- me dice.

Doy unos pasos hacia adentro.

-Ya, ¿ahora?- le pregunto.

-Si me dejas contigo, te digo donde encontrar a Adam y su novia-

Lástima que ya se dónde están.

-Lo siento, pero ya se su localización Chris-

-Solo déjame protegerte- me pide.

-¿De quién mierda me quieres proteger?- empiezo a perder como por décima vez la paciencia.

Adicta a la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora