2. Conociendo a Jenkins

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Resulta que el tal Christian Jenkins tenía menos años encima, brazos tatuados y una perforación en el labio inferior.

Me acerque a su mesa y el ruido de mis botas hizo que subiera la mirada y bloquear su celular.

-B...buenas noches Christian- lo saludé algo aturdida por la imagen de el "Viejo de Norte América"

Una risa escapo de sus labios.

-Christian es mi padre hermosa-

Ahora tiene esto un poco de sentido

-Me presento. Soy Christopher Jenkins, primogénito de Christian Jenkins- dijo con un aire de superioridad.

Vaya diferencia de nombre.

- Bueno Jenkins vayamos directo al grano- Digo tratando de calmarme para asi no distraerme con semejante figura

-Me parece bien, toma asiento- me invito y acepté. - Cuatro camiones llenos de cocaína y los cincuenta mil dólares son todos tuyos.

-Hmn...-me detuve a pensar y mordí mi labio. Esta loco si piensa que se los venderé a ese precio.

Me dispuse a hablar pero noto la mirada de Jenkins en mis labios, e inmediatamente suelto mi labio inferior.

-Tres camiones y los cincuenta  mil dólares- le dije retomando el tema.

-Te gusta jugar- y se asomó una sonrisa ladeada de su parte.

-No estoy aquí para jugar Christopher- le dije perdiendo ya la paciencia.

-Cuatro camiones, cincuenta mil dólares y mi cama, sales ganando tu- me dijo con una sonrisa y guiñándome un ojo

-Creo que salgo perdiendo y no exactamente por los dólares-

Se sienta mas adelante y apoya sus codos en la mesa.

-No lo creo bonita-

-Becci para los desconocidos- La verdad no, todos me llamaban asi, por cosa de apodo. Mi verdadero nombre es Rebecca Beatrice Benedetti Hoffman y mi apodo nace del "BE" de Beatrice y el "CCA" de Rebecca, aunque simplemente podría ser de mi primer nombre mi apodo, pero mi hermano quiso ser rebuscado y complementar los dos nombres con su diminutivo Becci.

Este tipo ya me está hartando

-Te aseguro que después de esto no seré desconocido para ti- me guiñó un ojo

-Como sea- ya quedaba el 2% de mi paciencia. -Cinco camiones y ochenta mil dólares. Tómalo o déjalo-

-Lo tomo reina- iba a levantarse cuando empezó a oler notablemente.

-¿Hueles eso?- tenía el ceño fruncido

Un olor fuerte llega a mis fosas naslaes -¿Butano?- pregunto, y luego le tomo el sentido

-Levántate. ¿O quieres ser ceniza al igual que este lugar?-

Corrimos a la entrada y salimos a la calle todo vacío a excepción de dos camionetas negras que no estaban aquí cuando yo llegué.

En la placa de las camionestas divise el símbolo.

Se me congelo la sangre.

-Rusos- Me toma de la mano y me lleva a la parte trasera del lugar, alejándonos del edificio

Si son rusos, y temo que sean los Smirnov

-Ven- me dice, él ya había sacado su arma y nos posicionamos detrás de su deportivo.

Pude notar su cara de desentendido

Empezamos a mirar agachados las dos camionetas del lugar, cuando el restaurante explota. Chris me empuja a un lado tapándome las orejas.

Nos cae polvo del escombro y nos removimos del lugar

-Ahh- se queja Chris sacuiendose la chaqueta. - Al auto- me ordena

Me subo como copiloto en su auto y el como piloto. No espera nada y arranca

-¿Sabes porque están aquí?-le pregunto. Empiezo a mirarlo como conduce tiene la mandíbula tensa, sus ojos mirando directamente la carretera y los nudillos blancos de tanto apretar el volante. Es atractivo.

-Hey- chasqueo los dedos.

Se me olvidaba que en vez de taparse el los oidos me los tapó a mi, a si que aun no debe escuchar.

-¿Que dices?- le da golpes a su oreja

-¿Que hacen ellos aqui?- repito

-Ellos sabían que estoy aquí, y quieren buscarme para luego matarme...- y acelera.

-¿Por qué?- Los rusos ya causaron bastante infelicidad y problemas en mi vida

-Por qué saben que si estoy contigo, no se podrán acercarte a ti- dice ya mas relajado

No entiendo nada, nada de esto tiene sentido a menos que sean los Smirov.

-¿Son los Smirnov?- pregunto con temor y fijo mi mirada en algún punto de la carretera, esperando que su respuesta sea un no

-Si y vienen a cobrar- toma mi mano y la aprieta reconfortándome.

No estoy controlando mi respiración.

-¿Como sabes lo que nos sucedió?-

-No nos recuerdas-

-¿Que haces tu aquí?- Sigo en shock, se supone que ellos ya obtuvieron lo que querían

-Responderé tus dudas al llegar- me dice y empieza a acariciar mi mano.

Si esto fuera en otro momento ya hubiera quitado mi mano.
En este caso, me transmite seguridad y no pienso quitarla.

-¿A dónde?- pregunto casi susurrando.

-A una cabaña alejada de aqui-

En el viaje ninguno de los dos habla, no es mi mejor momento y me pongo a recordar todo mi pasado.

Flashback

Alguien toca la puerta.

-Yo voy- grita  Adam

Yo bajo corriendo las escaleras esperando que sea Ben un amigo del sector.

-Hola muchacho ¿Esta tu padre?- Y yo solo escucho una voz muy ronca y no logro ver quien es.

-Emm, s...si-

-¿Quien es cariño?- Pregunta mi mamá

Pretendo ir a ver quien es pero escucho algo romperse.

Entonces me quedo cerca de la escalera, con miedo de ir a ver. Recuerdo que mi madre se encontraba secando la vajilla y supongo que es algún plato.

Fin flashback.

-Ya llegamos- me dijo, observo mi mano, y siguen juntas.

Me separo de él y bajo del auto.

Pasamos a la pequeña cabaña al medio del bosque y la verdad no sabía si hacía más frío afuera en el bosque o adentro.

-Podía irme a mi casa ¿sabías?- le digo apuntando la cabaña

-No podía dejar que corrieras peligro-

-Me puedo cuidar sola- Me acomodo en el sofá, pero la verdad es que a este punto no me fiaba de mi seguridad

-Como sea- me dice.-Te tengo dos noticias una buena y una mala ¿Cuál te digo primero?-

Con esta noticia rusa no podría haber otra mala

-La mala- me froto los brazos por el frío

-No hay estufa en este lugar-

-Moriré de hipotermia- mis dientes ya empiezan a chocar.- ¿Y la buena?-

-La buena es que hay una cama-

Tiene que estar de broma

-Son dos noticias malas entonces-




Gracias por leer.

-Fiby.






Adicta a la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora