HOPELESS

EL SUEÑO

Sky se encontraba perdida observando las calles, las imágenes de lo sucedido abordabán su mente una y otra vez, sin poder evitar que una lágrima traicionera resbale por su mejilla, se sentía sucia y asqueada, como pudo ser tan inconsciente saliendo de esa manera de la fiesta, ahora caía en cuenta de su falta de prudencia de no ser por Alexander estaría tirada, abusada y ¿por que no? muerta en ese callejón.

Alexander observaba el camino, no sabía que decir a esa joven tan hermosa, poseía un brillo especial, parecía un ángel a pesar de estar tan golpeada, sus ojos le transmitían tanta calidez, a su vez se le hacían familiares, pero de donde, ella no podía ser la chiquilla mugrosa, su nombre era Sky, no Hope más sin embargo tenía esa luz, sin tratar de incomodarla la veía de reojo, se percató de sus lágrimas, sintió la necesidad imperiosa de consolarla pero no le pareció apropiado debido a las circunstancias en las que se encontraba, decidió romper el silencio para distraerla de algún modo.

-Hope, ¿Qué hacías caminando a esa hora en el callejón?, inquirió quería saber que la había llevado a semejante suceso.

-Tuve un percance en una fiesta en la que me encontraba a unas calles de ahí, estaba intentando llegar a casa, pero salí sin cartera y sin dinero- se sintió aún más estúpida al escuchar lo que había hecho y como se había puesto en peligro, bajo su rostro avergonzada por su estupidez.

-No me quiero imaginar el motivo por el que saliste de esa manera, pero es muy peligroso no lo vuelvas a hacer, nadie merece que te pongas en riesgo- vio como ella bajaba su cara con vergüenza - Y un concejo Hope, nunca bajes tu rostro ante nadie, es una cara muy bonita para que prives al mundo de admirarla- un intenso rubor tiñó sus mejillas, sintió su cara caliente ante sus palabras.

Alexander no pudo evitar sonreír ante el sonrojo de la muchacha, una inocente mirada, es una chiquilla muy hermosa.

Sky le explicó como llegar a la casa de su amiga Julieta, cuando llegó se apresuró a bajar del vehículo, pero Alexander la retuvo tomando su codo.

-Hope, aguarda deja que te acompañe al edificio, quiero asegurar que estés sana y salva. Ella lo miró indecisa, no sabía que hacer, asintió con un gesto con su cabeza por la falta de palabras.

Alexander bajo del auto y abrió la puerta de Hope, no supo que lo impulso hacer eso, pero tenía que asegurar que estuviese bien.

Caminaron en silencio, Alexander iba detrás de Sky, se sentía como un pervertido, su chaqueta a penas cubría su trasero dejando a la vistas sus piernas blancas y torneadas, partes de su cuerpo que no debían hacer aparición en un momento como este, comenzaron a palpitar, quería abofetearse por su imprudencia, puso en sus pensamientos cosas desagradables para alejar las ideas de una hermosa y angelical Hope debajo de su cuerpo sonrojada y dando sutiles gemidos de placer.

Sky tocó el timbre del departamento de su amiga, esperaron varios minutos hasta que esta bajo y abrió la puerta.

-Sk... ¡oh por Dios! ¿Qué te sucedio?- Julieta estaba consternada por el estado en que vio a su amiga, cuando ella pregunto por Sky en la fiesta simplemente le dijeron que había discutido con Máx, más nunca se había imaginado esto -¿Ese mal nacido de Máx te hizo esto? Ahorita mismo voy a cortarle las pelotas por atreverse a tocarte, cuando me dijeron que habían tenido una discusión, ¿pero esto?- señalo el estado del cuerpo de su amiga, Julieta estaba bastante ofuscada con la situación.

Alexander escuchaba con atención lo que sucedía frente sí, esa pelirroja esta literalmente que hechaba fuego por la boca, soltaba introrperios y maldecía cada dos por tres, la chiquilla trataba de decirle algo pero ella no paraba de hablar.

-Julieta Di Fiore- grito tan fuerte que hasta Alexander se sorprendió, al parecer la tímida Hope era una caja llena de mucho contenido, que el gustoso querría descubrir.