Su mente sabía que debían encontrar una pronta solución, pero ¡era tan linda! Y si volvía a la realidad, su lady no le haría esos mimos o lo trataría así. Tal vez sonaba estúpido, bueno era estúpido.
Suspiro, había olvidado lo más importante: Sus identidades. No sabía porque estaba prohibido, él pensaba que talvez perderían sus miraculous o algo por el estilo. Necesitaba sacar esa duda de su mente, así que al desactivar su transformación le pidió a los kwamis que le explicaran.
- Al principio, los primeros portadores anhelaban mucho esto. Los kwamis no se lo permitían ya que esto podía desatar muy malas cosas.
- A los portadores no les importo –dijo la rojiza- Vimos muchas muertes de portadores, como también como avanzaron sus vidas felices. Un maestro de esa época se empezó a preocupar, así que cada vez que sus identidades eran reveladas los miraculous se perdían con la memoria.
- ¿C-con la memoria? –pregunto el rubio anonado- ¿Por qué?
- Chico –dijo Plagg mientras tragaba su queso- ¿Crees que sería tan fácil?
- Además así se protegían los miraculous.
- Hawk Moth los encontraría, ¿no?
Ambos kwamis se miraron, ¿le contaban? La rojiza asintió a Plagg, sabía que eran buenos, eran los portadores más jóvenes y lo manejaban perfectamente.
- Hawk Moth es otro miraculous –empezó Plagg- Y los miraculous son creados por el bien.
- Muchas veces los miraculous han caído en manos equivocadas. También ha habido Ladybugs y Chat Noirs malos
La mente del rubio quedo en blanco.
- Pero si fueron creados por el bien, ¿Por qué Hawk Moth tiene uno?
- El portador de la época elige a los portadores cuando se necesiten. Pero una que otra vez han sido robados.
- Wow...
- Ósea chico –dijo Plagg en tono burlón- ¿No crees que sería estúpido que se creara algo malo solo para crear algo bueno?
- ¿Qué hay de los akumas?
- Bueno, esta es una de las tantas formas de crear akumas –explico amable Tikki- Los akumas no suelen ser así, todo dependen del miraculous. Si Hawk Moth usara las mariposas de buena forma serían iguales.
Si antes estaba sorprendido, ahora su mente exploto. Era demasiada información, definitivamente empezaría hablar más seguido con su kwami. Su mente seguía sumergida en pensamientos extraños hasta que recordó su principal motivo.
- Bueno, sigan con lo de las identidades.
- Así fue durante mucho tiempo, hasta que a un nuevo guardián no le gusto.
- Por eso quedara en tus manos, tú decides. Puedes tener buena o mala suerte.
- Es un poco riesgoso, pero dicen que el amor siempre gana.
El rubio se lanzó a su cama, era demasiada información. Y más importante se había metido a un lio un tantin peligroso.
La pequeña kwami roja lo miro entristecida. Voló y se sento a su lado pensando algunas palabras de ánimo pero recordó lo que realmente importaba ahora.
- Adrien, debes concentrarte.
El rubio se levantó desconcertado ¿Cómo sabía su nombre?
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Emm... Eso no importa ahora -respondió mientras pensaba "Pues porque mi portadora tiene un crush contigo"- Hay que volver a Marinette a la normalidad.