Después de que acabamos la deliciosa comida, nos quedamos hablando un rato mas, pero en dado momento notamos el cansancio de Sofia así que nos despedimos de ella con grandes abrazos y besos y nos dirigimos a la habitación de Alex, cada uno con un vaso infantil lleno de agua en su mano, con la excusa de que esta era para tomar en medio de la noche, mentirillas piadosas que solemos hacer para beber con libertad, puesto que a Sofia le desagrada bastante el hecho de que bebamos y nos embriaguemos en su propia casa, pero vamos, es mejor estar aquí que en cualquier sitio de mala muerte, por ello lo hacemos a escondidas, lo preferimos a escapar para beber, aunque las consecuencias de ser descubiertos serian aterradoras, Sofia enojada da mas que miedo, en lo personal me aterra.
- Que gran ingenio lo del agua - su voz refleja burla y una sonrisa ladina se dibuja en su rostros, toma su agua de un solo sorbo, en cambio yo tomo con mas paciencia tan solo la mitad y dejo mi vaso en una esquina lejana de la cama improvisada, el suelo es de madera así que prefiero evitar riesgos si esta se llega a derramar Sofia nos acabara con tan solo la mirada.
- Evidencia para la mañana - aseguro al notar la mirada de confusión de Alex al momento de voltearme y mirarlo a sus ojos color mar.
- Eres una pequeña genio - sus ojos se iluminan con picarda, como cuando hacemos una travesura -¿que haría sin ti?.
- Seguirías con tu vida tonto, no es como que sin mi morirías - aseguro sarcástica y ruedo los ojos mientras me acerco de nuevo a el a paso lento, una vez llego a su lado me siento en la mullida cama.
- Si, viviría, pero mi vida no seria igual, mi vida es mas divertida porque estas en ella, nada seria igual sin tus locuras - me resguarda entre sus brazos formidables y besa mi coronilla, llenando mi corazón de un sentimiento cálido que hace mucho tiempo no experimento, yo suspiro y no puedo evitar que las lineas de mi boca formen una gran sonrisa.
- Eres muy cursi mastodonte - mi corazón late desbocado, y me es inevitable contener las emociones, no lloro, ni siquiera hay lagrimas en mis ojos, pero eso no quiere decir que no estoy invadida de tantos sentimientos que siento como si me fuera a ahogar - mi alocada vida no seria lo mismo sin ti, de seguro ya estaría perdida - mi voz suena ahogada, pero por mas sorprendente que suene no hay lagrimas en mi rostro, esto se debe a que el hablar con Alex me da una paz inexplicable, libera poco a poco el dolor de mi alma rota, dejando mis monstruos tan pequeños como para aplastarlos, pero se que estos volverán, si, volverán y de nuevo me atormentaran, pero a pesar de que soy cociente de ello, me permito disfrutar de esta paz prestada, de este aliento de calma que me ofrece la vida.
- No, estoy mas que seguro de que tu vivirías, eres fuerte enana, se que lo habrías logrado de cualquier manera, después de todo eres tu - se separa un poco de mi y besa mis dos mejillas, yo simplemente me limito a sonreír y me aferro a el como si mi vida dependiera de ello, y en cierta parte así es, si me separo de el en este momento los fragmentos de mi alma se regaran por todas partees y estoy segura de que perderé mas de uno, así que prefiero que el me sane, que el una los pedazos de mi ser, suspiro cansada después de un rato, se que ese pequeño momento de paz ha terminado, así que suelto mi agarre suavemente.
- Me voy a cambiar a una pijama, mientras destapa el licor - le ordeno mientras me separo perezosamente de sus brazos y me levanto, llevando conmigo una bolsa con ropa - yo tomo de la botella - aseguro y me adentro al baño de la habitación junto con la pequeña bolsa de mano, cierro la puerta con seguro y me apoyo en esta, suspiro de nuevo, la sensación de frió recorre mi cuerpo y yo doy un respingo en respuesta, me quito lentamente toda la ropa y me contemplo en el espejo, mi mirada es cansada, mi poco (casi nulo) maquillaje esta corrido y echo un total desastre, pero esto no me puede importar menos, mi busto es esbelto y mi cintura pequeña, podría decirse que tengo un buen cuerpo, pero no lo vale, no a estas alturas cuando se siente que ya no se puede dar mas, miro mi estomago, allí hay una pequeña cicatriz, casi imperceptible, solo cuando te fijas bien te das cuenta que esta allí, es como si se escondiera del mundo como si pretendienta que no estuviera allí, pero yo se perfectamente que esta en ese lugar, todos los condenados días mi mente me martiriza con ello, es un constante dolor, y no es físico, si no mas bien es un dolor que no puede curarse, esa cicatriz pretende reparar mi alma rota, pero hay herida bajo la cicatriz y duele constantemente.

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Mi vida, mi problema
Teen FictionAlice deberá descubrir algo que siempre se le ha negado desde que nació, el amor, un sendero lleno de misterio y emociones, nunca se sabe cual será el destino al que guíe este camino, Alice lo deberá hacer por su cuenta, acompañala en este misterios...