Daughter Of The War. [Steve Rogers]

15. A pesar de todo.

"Sé que es más cálido donde estás
y es más seguro a tu lado,
pero en este momento no puedo ser lo que quieres,
sólo tenés que darme tiempo

Y si vos y yo
podemos hacerlo a través de la noche,
y si vos y yo
podemos mantener vivo nuestro amor,
lo encontraremos

Nos podemos encontrar en el medio
cuerpos y almas chocan,
bailar bajo la luna,
cuando todas las estrellas se alinean
para vos y yo.
Para vos y yo.

Sé que es frío cuando estamos separados,
y no me gusta sentir que esto muere
pero no podés darme lo que quiero.
Sólo tenés que darme tiempo."

Se detuvieron en el estacionamiento del aeropuerto y bajaron todos en silencio. Steve caminó hasta Clint, que se acercaba con una media sonrisa en sus labios.

—Cap.

—no te hubiera llamado sino hubiera otra opción.— estrechó las manos con el arquero.

—amigo, me estás haciendo un favor— miró hacia atrás, levemente incómodo, donde la Bruja Escarlata se mantenía junto a su hermano, Quicksilver —. Aparte, debo cuidarlos. Gracias por apoyarme.

—era tiempo de moverme de la central.— comentó Wanda.

—¿qué hay del otro recluta?— preguntó con seriedad.

Clint caminó hasta el camión blanco y tomó la perilla de la puerta deslizable.

—tiene muchas ganas de ir— dijo, abriendo la puerta, provocando un fuerte sonido que hizo despertar al hombre dentro —. Tuve que ponerle un poco de café, pero debería estar listo.

Scott Lang se levantó perezosamente y bajó de la camioneta con los ojos entrecerrados.

—¿qué zona horaria es esta?— preguntó con voz adormilada.

—vamos, vamos.— dijo Clint ya cansado.

Scott parpadeó un par de veces para fijar su vista en Steve, sorprendiéndose a los pocos segundos. Sonrió y caminó torpemente hasta él, extendiendo su mano en forma de saludo.

—¡Capitán América!— habló con la voz temblorosa.

Comenzó a sacudir la mano de Steve contra la suya, intentando ocultar su emoción.

—señor Lang.— el rubio asintió.

—es un honor— dijo aún sacudiendo la mano de Steve —. Te estoy dando la mano demasiado tiempo— finalmente soltó su mano con una sonrisa —¡Vaya! ¡esto es increíble!— se dio vuelta, observando a Wanda y a Pietro, pero señalando a Steve —¡Capitán América! También los conozco, ¡son geniales!

Wanda sonrió levemente ante Scott, y golpeó a su hermano en el pecho para que no dijera o hiciera alguna estupidez. Él volvió su vista al frente donde un serio Steve esperaba que dijera algo. Pero en cambio, Scott Lang acercó sus dos manos y presionó los músculos de sus brazos con una arruga entre sus cejas.

—¡dios!— comentó antes de alejarse —Quiero decirte, se que no conoces mucha súper gente, así que... gracias por pensar en mí— aplaudió levemente con sus manos antes de señalar a Sam —¡hola amigo!