II. ¿Quién anda ahí?

511 55 4
                                    

~ ¿Quién anda ahí? ~

Las noticias no tardaron en llegar, otro funeral se realizo el miércoles por la mañana, nadie entendía lo que estaba ocurriendo, otra tragedia, otra investigación. Hubo una reunión en la casa de las dos personas que fueron asesinadas a sangre fría, lo que había ocurrido en el hospital fue un hecho causado por el mismo psicópata que mato a la primera víctima, Kikyo.

Las pitas se quedaron en el aire, tanto como la de Kikyo y de su hermana, Kaede. Los mismos estudiantes se presentaron en la reunión, junto con sus padres que quedaron shockeados por la noticia de las dos mujeres, las personas que vivían cerca de la plaza todavía siguen aterrados tras las cosas que vieron.

Kagome y Sango no habían visto a Inuyasha y ni siquiera a Miroku, aunque lo más raro fue que, ambas vieron a Sesshomaru en esta casa, no entendían nada porque lo único que ellas sabían era que, el iba hacer el suplente de Naraku pero las clases en la facultad fueron suspendidas por duelo de dos semanas. La de cabello azabache se acerco hacia el solo para preguntarle alguna cosa, pero le tenía miedo por su mirada fría e indiferente.

— ¿Sesshomaru-sama? —decía la joven al acercarse.

— ¿Si? ¿Quién eres tú? —pregunto frunciendo el ceño.

—M-Me llamo Kagome Higurashi, alumna de Kaede y amiga de Kikyo—contesto al levantar su mano para estrecharla. Ella permaneció callada tras no recibir respuesta alguna por lo de su mano.

— ¿Se te ofrece algo? —volvió a preguntar quedando de brazos cruzados.

—Sí, ¿puedo hablar en privado con usted?

—...Como quieras. —respondió cortante. Sesshomaru fue a seguirla, ya que ella estaba saliendo hacia el patio de atrás. — ¿De qué quieres hablar?

—Sobre Inuyasha—respondió sin dirigirle la mirada.

—Yo no hablo sobre bastardos—contradijo al darle la espalda.

La joven reacciono rápido para tomarle de la mano, así poder hablar bien, cuando el voltea para mirarla a los ojos, sintió algo punzante en su interior. En cambio, ella se sentía rara no podía describirlo bien pero tenía la sospecha de que fueran los mismos sentimientos que había perdido cuando se enamoro de Inuyasha. —Entonces, dime. —hablo este mientras avanzaba sus pasos, haciendo que la muchacha retrocediera hasta quedar arrinconada en una esquina de una pared, el de cabellos plateados choco con fuerza la palma de su mano contra la pared, inclinando de apoco su cabeza para que sus miradas se cruzaran.

—Etto... ¿P-Porque no vino Inuyasha? —pregunto nerviosa.

—... ¿Tanto quieres saber de Inuyasha? El solo falto porque está enfermo—respondió mirándola indiferente, se distancio de ella para darle la espalda.

Que lindos ojos amarillentos tiene el...—pensó sonrojada y no dejaba de mirarlo.

— ¡Kagome! —le llamaron al unisonó sus dos compañeras.

— ¿Qué hacías con el profesor Sesshomaru? —pregunto Ayame extrañada.

—Nada, le pregunte sobre Inuyasha.

— ¿Le paso algo? —interrogo Sango preocupada.

—El está enfermo. —respondió cortante, porque Kagome se quedo pensando en la escena incomoda, con tal solo acordarse de ello sus mejillas se coloraron.

— ¿Ocurre algo Kagome? —interrogo la pelirroja al notar el rubor de su compañera.

—N-No nada.

La siluetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora