Eran las ocho de la mañana. Tomé mis llaves, subí a mi auto y fuí al consultorio de Frida. Era mi psicóloga.
Esperé en la sala de espera. 20 minutos, interminables.
Salió el paciente. Tenía cara de loco. Lo miré. Me miró. Desvié la mirada. Entre.
Frida: Bueno, trajiste el diario?
Michelle: Si, aca esta.
Frida tomó el diario y miro página por página. Leyó la primera y la última. Lo cerró.
Frida: Quién es él?
Michelle: Silverio.
Frida: Silverio qué.
Michelle: Silverio Meissner.
Frida: Y, ¿Cómo lo conociste?
Suspiré. ¿Hacía falta esto?.
-Flashback-
Había transcurrido un mes de que iba a las sesiones de Frida, me ayudaba bastante, excepto esas píldoras, eran amargas.
¿Para qué tomarlas? Pánico según ella.
¿Pánico a qué? Las personas.
Nunca me consideré una persona sociable, con el simple echo de que me miren me pone nerviosa.
Fuí a la farmacia. Pedí el remedio.
"Presi algo" dijé
"Psilocibina" me dijeron
Eran esas, estaba segura.
Las pagué y me fuí. Choqué con alguien. Se cayó todo.
El hombre me pidio disculpas, me deolvió mi medicamento y me pregunto mi nombre.
"Michelle", dije
"Silverio", respondió
-Fin flashback-
Michelle: Parecía sacado de un cuento, esos de fantasía.
Frida: Él?
Michelle: Él, nuestro encuentro, nuestra relación.
Frida guardó su diario, lo iba a "inspeccionar", concluímos la media hora. Volví a mi casa.
Al llegar fuí al baño y tome las pastillas.
-Flashback-
Fui al consultorio de Frida, me senté a esperar. Justo a mí había un hombre.. me resultaba un tanto conocido.
Silverio: Nosotros no nos vimos ayer?
Michelle: La verdad no recuerdo, no sé quien sos
Silverio: Silverio, cruzamos palabras en la farmacia
Michelle: Ah sí, perdón. ¿Cómo estas?
Silverio: Bien, por suerte. Vos? Pareces una mujer bastante normal, no sabía que venías a un psiquiatra
Michelle: Frida es mi mejor amiga, me ayuda con mis ataques de pánico. Vos?
Silverio: Problemas de relaciones, mujeres...
Michelle: Ah...
Silverio: Bueno, tengo que entrar. Encantado de verte
-Fin Flashback-
Esas pastillas tenian un gusto amargo, como si ingiriera una cantidad importante de harina. Si, así de asqueroso resultaba.
Para sacar ese gusto d emi garganta prepare algo para tomar, nada mejor que un té y tostadas en un día así.
Lleve todo a mi cama, me acosté y agarré un libro. Abzurdah.
Este libro lo leí toda mi adolescencia. Trata sobre una adolescente que relata las emociones que padeció durante su pubertad debido a su sobrepeso, caracteresiticas especiales de su personalidad y a la discriminacion por parte de sus compañeros de curso.
En parte me sentía identificada, mis ataques de pánico los sufro desde que era pequeña. No me gustan las personas. No me gusta hacer sociales.
En la secundaria, Frida era mi única amiga y me ayudaba con esto, claramente ambas sabíamos que iba a terminar siendo psiquiatra.