Llegue al segundo capitulo del libro y me cansé nunca me había sentido tan agotada en la vida, tal vez las pastillas estaban haciendo efecto en ese momento.
Tuve un pequeño recuerdo de algo que me sucedio cuando lo conocí.
Yo caminaba por la calle, mis ojos hinchados y mis mequillas húmedas. Caminaba de forma desesperada.
En una esquina había un pequeño puesto de flores. Había un hombre con un delantal verde, su pelo era color marron.. algo pelirrojo, sus ojos cafés y algo carismático. Me detuvo y me ofreció una flor, no tuve otra opción que aceptarla y sonreír, pero mi sonrisa no parecía real.. era más bien.. forzada.
Él me preguntó que me pasaba, yo con un tono seco le conté que había cortado con mi prometido. Me quiso abrazar, no lo dejé. Creo que la manera en la que me alejé de el rápidamente lo hizo asustar, era obvio, el no sabía que yo no era alguien sociable. Me preguntó si algo andaba mal además de eso y solo negué con la cabeza . Le quería contar lo que había sucedido, pero mi garganta me lo impedía, así que solo negué con mi cabeza... se que es en vano contarle a un florero mi situación depresiva.
Me dio otra flor. Esa flor la sigo recordando. Mi primera flor
Empecé a escribir en una hoja nueva. Si no me contesta el teléfono, tal vez una carta lo haría.
"Si hoy volvieras, con los ojos cargados de promesas, las manos llenas de caricias, con la mente limpia de traiciones y el alma libre de rencores, que podría yo darte? Mis ojos ya vieron muchas cosas, tu imagen se borro de mi mente. Si hoy volvieras a amarme, serías en mi vida un extraño. Para el karma el tiempo no corre, pero para amarte ya es muy tarde."
Lo guardé. Tal vez sólo lo guarde.
Sonó el teléfono. Era un hombre.
X: Como estás?
Michelle: ¿Por qué me llamas?
X: Quiero hablar con vos
Michelle: ¿Sobre qué? Te fuiste, me dejaste, no queres nada más conmigo.
X: No es verdad, sólo quiero verte
Michelle: No Silverio, así no funcionan las cosas.
Colgué. Otro recuerdo llego a mi.
Ver a Silverio en el consultorio de Frida era algo muy normal, no le veía ningun defecto, parecía un hombre normal.
Entré y lo primero que le dije a Frida fue sobre Silverio.
Michelle: Quien es Silverio? Qué tiene?
Frida: Silverio es Silverio... Silverio Meissner, es un hombre.... no sé, corto de relaciones, su problema son las mujeres.
Michelle: Ah... no parece
Frida: ¿Por qué preguntas por él? Acaso te interesa..
Michelle: No... claro que no... solo me parece un hombre muy curioso
Frida: Si, tiene ese aspecto de hombre misterioso. Hace unos meses comenzó las sesiones, pero solo se pocas cosas de el
Michelle: ¿Qué cosas?
Frida: Básicas. 30 años, soltero, le gustan las mujeres, sus problemas son las relaciones... nada serio, todo rápido. Algunas veces ni yo puedo lidiar con el, siento que se va a tirar encima mio. Sus ojos celestes me hipnotizan... pero claro, el no podría.. tengo control sobre el...
Volví al presente. Estos recuerdos me matan en el interior.
Lo llamé.
Michelle: Hola... em.. lo estuve pensando... que tal mañana?
Silverio: Vernos? Perfecto. En el café Bonjour Bizou... me imagino que lo conoces
Michelle: Si... si. A las 3?
Silverio: Así es
Colgué. Hablar tanto me ponía nerviosa. Más con él.
Cuando escuchaba su voz me sentía como una adolescente cuando ve al amor de su vida. Me tiemblan los brazos, mi voz se corta y mis ojos se desvían por todos lados buscando una salida ante el augurio de sus palabras.
Comencé a pensar que haría mañana.
¿Qué puedo ponerme? ¿Qué voy a hacer cuando lo vea? ¿Se acordará de todo? ¿Me querrá devuelta? Yo no le puedo hacer esto, verlo a Silverio es como verlo a el ... verlo... eso es lo que quiero. Silverio no servirá de nada, solo me recordará mas a su aspecto y lo extrañaré más...
Me senté en el suelo. Tome mi cabeza con mis manos y la puse entre mis rodillas.
No puedo seguir así. Sin verlo. Sin hablarle. Silverio me odiaría si se enterara de el... pero... no... no puede ser.. el no me odiaría.. él me dejó... pero.. ¿por qué me llamó entonces? Quiere algo de mí. No se lo voy a dar.
