cuando el gato no está, los ratones se divierten

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Pasé como media hora más cuando se hubieron acabado los 10 minutos de castigo pero boxeando no me daba cuenta. Mama no me regañaría porque las clases de ballet terminaban a las 6:00 y ella pensaba que luego yo me quedaba mas tiempo practicando.

Mandé un mensaje a Dani para que viniera a recogerme y me fui a los vestuarios. Allí, me duché me cambie a ropa cómoda (que mi madre sabia que siempre me cambiaba) y salí a esperar a mi hermano. Mi queridísimo hermano. El cual me dejó en la calle 1 HORA esperando en invierno a las 6:00 (que a esa hora ya hacía un frío infernal) sin abrigo y sin nada con que obtener al menos un POCO de calor.

Creía que ya no podía estar peor de lo que estaba, pero me equivocaba, de repente empezó a llover y como refugio solo tenía mi mochila que me la había puesto encima de la cabeza para no mojarmela. En ese momento debería de verme lamentable, con una mochila más grande que yo en la cabeza, empapada hasta la ropa interior y con el pelo que parecía un arbusto (se me ponía como Michael Jackson al ser niño cuando llovía. Hasta podía vivir allí alguma familia de pájaros utilizándolo como nido).

YA, ya no podían empeorar más las cosas. Pero tampoco porque pasó por mi lado un coche haciendo que un charco que tenía justo en frente acabara en mi cara. Y no solo el agua, no no, con fango incluído señoras y señores.

< Madre mía Ana, estás más guapa calladita >

< Te puedo decir yo lo mismo Vanessa>

< Que va, si yo estoy guapa siempre>

< Pero si tu cara es mi cara!!!>

< Uys es verdad que mal>- lo último lo dijo con asco

<Genial, de todas las conciencias que me tenía que tocar, escogieron para mí la mejor>

< Claro que yo soy la mejor. Y nadie me ha elegido para ti. Soy fruto de tu imaginación imbecil>

< Ah entonces ahora puedo hacer que te calles?>

< Bueno... sí... pero ni se te ocurr>

< Adios Vane>

Por fin un poco de paz sin una conciencia más pesada que una vaca en brazos.
El sonido de un claxon me hizo volver a la realidad y vi el coche de mi hermano aparcado justo en frente mío. Corrí hacia él y me metí en su interior para poder estar más caliente. Dani me empezó a mirar de arriba a abajo con cara extrañada y yo seguí la dirección de su mirada que iba hacia mi ropa mojada y embarrada, por lo que entendí al instante que estaba pasando por su cortita mente.
- Un coche pasó y el charco que tenía yo al lado acabó pues.... Donde ves
Rápidamente puso la vista al frente y arrancó sin decir nada.
Llevábamos la mitad del camino a casa y aún nadie había abierto la boca, cosa que me parecía extraña porque conociendo a mi hermano, el estar callado es que algo está pasando. Así que me giré en el asiento y lo miré casi sin pestañear y acercándome cada más y más a él (truco sacado de una serie que vi a los 6 años que me ayuda en.... ¿Casi todo?). Lo conocía demasiado bien como para no saber ciertos trucos que le harían largar como cotorra que es. Y estaba funcionando porque porque ya veía como las perlas de sudor se le amontonaban en la frente, como apretaba la mandíbula y las manos en torno al volante y como me echaba rápidas miraditas nerviosas. El plan estaba saliendo perfecto y no tardaría en dar resultado.
< Bien Ann. Si sigues así lo conseguirás>
< Anda mira, pero si has vuelto. No te había atropellado un autobús?>
< Eso era lo que te estabas imaginando lo que llevamos de viaje pero olvidas que yo no tengo cuerpo ni vida>
< Ya, pero quería ver si daba resultado. Y a parte, tú nunca estás de mi lado. ¿Qué cosa en mal estado te has comido?>
< Y volvemos con lo mismo. QUE YO TENGO CUERPO NI NADA SÓLIDO. Por lo cual yo como lo que tú>
< Y tú sigues sin enterarte. Que es una frase retórica. ¿Y se supone que la parte inteligente eres tú?>
< jsaibdakjd sksidbsnaisvs>
< Oye esa boca!!!>

Y volviendo al problema de mi hermano empecé con el último paso del documental "cómo hacer que tu herman@ te cuente hasta el más oscuro de sus secretos" (lo último imaginároslo con voz sombría) que claramente me acabo de inventar.

Carraspeé bien alto para que se notara y dije:
- Oye Dani, ¿que tal te ha ido el día? Se me olvidó preguntártelo cuando casi me rompes la pared.

- Pues b-bien. Nada n-nuevo

- Pues pareces un poco nervioso. ¿Pasa algo?
- Eh... Yo... Emm... Pues... ¿¡En un lío!? Cómo podría
Mi sonrisa triunfadora era épica y no me estaba tomando la molestia de taparla a su vista
- ¿En serio? Pues entonces no entiendo por qué estás así
- ¿Así? ¿Así como? Yo estoy normal. Estoy perfectamente bien. Nunca había estado mejor - y terminó esta frase dándose un manotazo en la cabeza, tapándome sus ojos.
Todavía no estaba diciendo nada pero fue en el momento en el que aparcamos en frente de casa que su rostro cambió a una expresión de pánico y empecé a sospechar lo que estaba tramando. Como si tuviera complejo de Flash corrí hasta casa y abrí la puerta con la mano temblando antes de que mi hermano me quitara la llave de la mano.

Al entrar, no supe muy bien de que se trataba el problema por lo que me giré hacia mi hermano con los brazos en jarra y con expresión de esposa enfadada (solo me faltaba el rodillo en la mano y daba el pego). Él tenía las manos en la cabeza y me miraba con ojos suplicantes

< Ahora Ann. Sácale una foto que ni tendrás más como estas. Así luego le puedes chantajear con que la colgaras>

< Calla Vane, que estoy en momento Sherlock Holmes. Qué si no me concentro no me sale la telepatía>

< Pero si tú no tienes telepatía. Y te aviso que no vas a tener más oportunidades>

< Te quieres callar ya>

- A ver Dani que pasa aquí

- Yo.... Te lo explico ahora Ann



Bueno a ver si os gusta. Y sé que he tardado un poco en escribir.

Gracias por leer

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2016 ⏰

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