Era la visita de estudio de la escuela, todo gracias a la directora que se le antojó tener el colegio vacío en día de clases. Todos los estudiantes, sea de primaria o secundaria, irían de paseo a un bosque que estaba a sólo tres horas de recorrido.
Desde muy tempranos, siete de la mañana para ser precisos, todos los alumnos estaban en el ómnibus listos para ir de excursión.
La profesora de una de las aulas avisó con mucha emoción.
-Les anunció que, sus compañeros de asiento serán sus compañeros de todo el viaje, es decir que... con quién se sienten en este momento en el ómnibus será su compañero de viaje, lo cual significa que deben velar el uno por el otro ¿de acuerdo?
-Sí, profesora -decían todos los alumnos casi al unísono.
Len, uno de los alumnos, veía preocupado su asiento de al lado... estaba vacío.
-Ah, miss, disculpe. -Alza la mano Len.
-Dime Len, ¿qué sucede? -le cedió la palabra la profesora a Len.
-No tengo compañero de...
Ni bien terminó Len de hablar, subía al ómnibus toda apresurada y notablemente cansada una jovenzuela de pieles claras , cabellos divididos en dos coletas que le llegaban hasta sus rodillas y de ojos azules, Miku Hatsune.
-Esperen -advertía Miku entre suspiros-, aún no arranquen, ya llegué, no se vayan sin mí.
-Señorita Hatsune, su tardanza le quitará puntos en conducta -sentenció severa la profesora-. Len, ya tienes compañera de asiento -sonríe esta vez la profesora a Len-Miku, apresúrate y siéntate que ya nos vamos.
-Sí, miss Lola -asegura Miku y va corriendo a sentarse con Len.
Miku estaba apunto de sentarse cuando sólo se limitó a ver a Len sentado junto a la ventana escuchando música con sus audífonos.
-Ah, ¿Len verdad? -llamaba Miku a Len.
-¿Ah? -se pregunta Len y se quita los audífonos- ¿qué sucede? Siéntate de una vez o te puedes caer si el carro avanza.
-Bueno...es que...-se pone nerviosa Miku y se ruboriza ligeramente las mejillas -¿me podría sentar yo junto a la ventana? Por favor.
-¿Por qué no lo dijiste antes?-le sonríe Len a Miku y se para -ahora sí, siéntate.
-Gracias. -Se sienta Miku junto a la ventana.
-Pónganse los cinturones de seguridad que el ómnibus va a avanzar, ¿alguien quiere ir al baño?
Varios niños y niñas, unos tres o cuatro levantaron la mano afirmando.
-Pues...¡se aguantan! -el ómnibus arrancó y la profesora se apresuró a sentarse.
A lo largo del camino Miku veía extasiada por la ventana, ansiosa de dejar de ver los edificios y parques artificiales y empezar a observar la naturaleza en su máxima expresión. Por otro lado, Len con los ojos cerrados, tarareaba una canción y se movía de acuerdo al ritmo de la música, que provenía de sus audífonos conectados a su celular. Ninguno de los dos hizo contacto alguno en todo el trayecto.
Cuando llegaron a aquel bosque, Miku fue la más ansiosa en salir del ómnibus a explorar el nuevo y verde lugar.
-Alto ahí Hatsune, ¿donde está compañero?-detuvo la profesora a Miku.
-¿Compañero? se refiere a...-se cuestiona Miku y ni bien termina de hablar se dirige hacia Len que no se había parado de su asiento y seguía escuchando música.
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Serás sólo mío [Editando]
Roman pour AdolescentsEs muy común pensar que de una amistad sincera puede transformarse en un amor leal. Pero en el amor no existen los patrones Al confundir protección con celos, compañía con necesidad y cariño con amor, Melanie creerá erróneamente que sus sentimientos...