La herida en su brazo había cicatrizado, pero estaba muy morado. Con vos de alerta le dije a mi mamá que había que traer a un médico. Mamá me miró como si yo estuviera loca y dijo: "¿Para qué un médico?"
Mamá le tendió su mano para acariciarla. Al correrse la manga de la campera vaquera, noté una herida igual, a la misma altura del brazo. Ahí me di cuenta de que los rasgos de la chica misteriosa eran idénticos a los de mamá en sus fotos de infancia.
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Chica Misteriosa
FantasyAtardecía, cuando a lo lejos, cerca del horizonte montañoso, algo pareció moverse.