Capítulo 3

4.2K 357 66
                                    


Durante los últimos días mi mente solo había estado ocupada con dos cosas; buscar empleo y la fiesta de despedida de Sav

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Durante los últimos días mi mente solo había estado ocupada con dos cosas; buscar empleo y la fiesta de despedida de Sav. Y es que cuando dije que su fiesta sería digna de una película no lo había hecho en vano.

Al principio había pensado en buscar algún lugar lo suficientemente amplio y de bajo costo para poder hacer la fiesta, eso solo me había dejado con dos bodegas a las afueras de la ciudad y escenarios en los que se involucraba algun psicopata  y una masacre. Pero días después el ser supremo que habitaba sobre nosotros escuchó mis plegarias y me mandó un regalo.

Savannah y yo ayudamos a su madre a acomodar su closet cuando nos dio la buena noticia

—Cariño tu padre y yo saldremos durante el fin de semana

Automáticamente mi mirada se encontró con la de Savannah quien negaba suavemente con la cabeza mientras acomodaba la ropa en las cajas para donar que la señora Monroe nos había dado.

Después de discutir por unos breves instantes con solo miradas Savannah habló

—¿A dónde irán?

—Es el cumpleaños de la señora Parrish ¿los recuerdas? Su hijo solía venir aquí todo el tiempo estaba tan obsesionado contigo y con Shelly ¿Lo recuerdan? Gregory...

Ambas soltamos una carcajada

—¿Greg el mocoso?

Abrí los ojos sorprendida ante el recuerdo de un pequeño niño con moco seco correteandonos por toda la casa de los Monroe.

—Gregory —mamá Monroe trato de reprendernos pero una pequeña sonrisa se distinguía en sus labios— será el cumpleaños de su madre y nos invitaron

—Creo que podemos quedarnos — la interrumpi— tengo planeado un fin de semana con Sav antes de que se vaya a la universidad

—Entonces está todo listo, me siento más tranquila sabiendo que estarán juntas todo el fin de semana.

La señora Monroe tomo la caja llena con las donaciones y salió del vestidor. Miré cómplice a mi mejor amiga quien sabía muy bien mis intenciones ocultas.

Ahora, un par de días después nos encontrábamos de pie en la puerta principal de la casa de los Monroe con una enorme sonrisa mientras agitamos nuestras manos despidiéndonos de sus padres antes de alejarse.

—¿No puedo hacer nada para hacerte cambiar de parecer?

Hablo cuando cerró la puerta a sus espaldas y yo me ponía de pie en medio de la amplia sala.

—Nuop

—¿Terminará mal verdad?

Gire mi cabeza con una sonrisa diabólica en mis labios

—Sera epico


—Sera epico

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Cómo no enamorarse? (Changes #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora