capitulo 1

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Eran las 5:30 de la mañana, me encontraba distraído con la vista al cielo sentado cerca de la ventana, en donde pasaba una fría pero agradable brisa. El despertador suena sacándome de mis pensamientos. Después de unos minutos bajo a desayunar, lo de siempre (un plato de cereal y luego un vaso de café humeante), mamá sale de la cocina y me da una de sus cálidas sonrisas y yo se la devuelvo.

-Buenos días hijo, ¿como amaneciste?-Me dijo mientras tenía su vista fija en mi.
-Mm, déjame pensarlo y... A si, igual-Dije mientras volteaba a ver el humo del café.
-¿Cómo es eso?-Dijo, pero ahora acomodándose en su silla.
-Duermo igual, despierto igual- Después de responder le doy un sorbo a el café, y el humo me calienta la cara.

Cuando esperaba el bus del colegio, pasa de nuevo esa fría y acogedora brisa.
Llegué al colegio y lancé mi bolso al pupitre, luego salgo como bala al baño a lavarme la cara, si no lo hago me duermo en todos las clases, y no es agradable, una vez me dibujaron un pene en el cachete. Al regresar del baño me topé con Eduardo, él es un chico algo parecido a mi, mismo color de cabello, de ojos, de pensamientos, de gustos musicales, y cosas más, excepto un detalle, él era más bajo que yo.
Al fondo estaba Avan, estaba con la mirada justo hacia abajo, creímos que veía anime o jugando Guitar flash, pero no, estaba dibujando algo aleatorio, lo observamos, y él nos miro.

-Oh...-Intente dicir algo pero fui interrumpido inmediatamente.
-Shhh, ¡callate! Me desconcentras-Dijo Avan aun dibujando.

No dije nada más, luego me miró y me lanzo su cuaderno, cada vez me sorprendía lo raro, pero genial, que era, y su dibujo nos abrió los ojos como plato de asombro, Avan si sabe de dibujo.

-Wow, esto es dema...-Volvió a interrumpirme.
-¡Que te calles!, yo se que está bien-Dijo Avan quitando me el cuaderno.

Ya eran las 6:30 de la mañana y suena el timbre para comenzar clases. Todos toman asiento y el mio era casi atrás, ese es el lugar perfecto, bueno y el de atrás mío también, es fácil esconder el celular , es fácil escuchar música y esconder un libro en horas de clase. Habían pasado las 3 primeras horas de clase y se venía el descanso, al fin dejaría de escuchar las clases aburridas por este lapso de tiempo, mientras tanto yo seguía aburrido. En la tienda poco había para comer. Ella estaba sentada en un escalón y me siento a su lado. Fue una agradable conversación, tristemente fue interrumpida por el timbre de regreso a las clases, ella era un curso inferior.
Transcurrieron todas las horas y ya había que irse a casa.

Después de llegar a casa, entre a mi cuarto.
-Al fin!-Se me escapó en voz muy baja.

Lancé mi bolso al suelo, y me lancé a la cama, lo último que recuerdo es que vi la hora en mi celular, las 3:00 de la tarde.

Mirando Al CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora