En la fiesta la mayor parte de las personas bailaban, otras comían, otro montón bebía y el resto... Pues solo estaba presente.
-Holaaa- me saludó a lo lejos Sebastián –Pensé que no vendrías.
-Hola- lo saludé igual – sí, yo también pensé eso, tenía mucho sueño- bostecé y ambos reímos- primera vez que te veo vestido formal, e incluso bien peinado, ¿acaso te encontraras con Dayana?-Hice una sonrisa de lado.
-No, bueno si, le pedí que viniera.
Suelta una risa -quiero estar presente para ver tu cara congelada al verla.
-Idiota, pero adivina que, en la nevera hay más 300 cervezas.
Nos golpean con un zape y ambos volteamos a ver y era Eduardo con una sonrisa de oreja a oreja como la del gato de Alicia en el país de las maravillas.
-Hola, pendejos- nos sonríe.
-Valla entrada- me sobé la cabeza.
-Sí, fue incre...- se interrumpió Sebastian, y queda mirando a Eduardo que lo miraba de pies a cabeza.
-¿que onda? ¿Y esa ropa, acaso viene Dayana?- Dijo dándome un golpe suave en las costillas con su codo.
-Wow, ¿eres brujo o que?
-No, es que somos Hermanos y pensamos igual- Ambos reímos.
-Ja ja ja, casi me muero, ¡pendejos!- Dijo casi gritando- Pero..., una pregunta, ¿Qué haces acá? ¿No te habían castigado por pelear con Carlos?
-Alto, explíquenme desde el comienzo, ¿cómo que te peleaste?, y ¿cuál Carlos? ¿Al que le dicen bonice?, aun no entiendo por qué le dicen así- dije aun esperando datos.
-sí, ¿recuerdas cuando te sacaron de clase?, bueno, minutos después él se quedó dormido y vino Carlos y le dio un zape bien bueno que sonó uff, y Eduardo se levantó y le dio un solo puñetazo y a bonice se le partió el labio.
-oh, lo que me pierdo por salir de clase.
Ya eran casi las 1:00 de la madrugada y ya Sebastian estaba borracho, y creo que Dayana también, pero él la pasaba bien, eso creo, después de todo se estaba besando en el patio con Dayana, y aparte tenia la camisa salida, sin un par de botones y ambos con el cabello vuelto un asco. Eduardo... pues no, si había tomado al igual que yo, pero no estábamos muy borrachos. Lo deje solo y fui al segundo piso, Avan estaba en calzón.
-¿Qué mierda haces así?, por cierto, no me dijiste que hoy cumplias años.
-Lanzarme, pues que más, así lograré conseguir a Paula, y no, no es mi cumpleaños, solo quería dar una fista, pues como ves, no estan mis padres en la casa, todo tipo hollywood.
-¡este man!, estas bien ebrio
-No me importa...
Se lanzó a la piscina y cuando cayó el agua hizo un sonido que al parecer fue un golpe directo a Avan.
Pasados 30 minutos estoy sentado en el borde de un ventanal que da a un sitio solitario, donde solo alumbra la luna. Se escucha un sonido raro, más bien un gemido de mujer, me levanto de golpe y voy a confirmar que era.
-¡Puta madre Avan, que asco, estas en la cama de tus papás!
-Puta mierda, que haces acá sal, sal- me lanza una almohada y cierro la puerta de un portazo.
Bueno era de esperarse, Ambos están ebrios, y ella llevaba un vestido negro corto, con tacones rojos y labial rojo, por lo que puede ver en el suelo y la nuca de Avan.
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Mirando Al Cielo
Teen FictionTomas Jiménez tiene 16 años, cabello negro y de estatura promedio, es un poco alejado de sus compañeros de clase, tiene una madre muy tierna que se llama Natalia, y muy pocos amigos, demasiados pocos. Tomas está enamorado de una chica, Kate Lopéz,un...