❝ Porque después de todo, el primer amor nunca se olvida❞
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Segundo libro de la Trilogía 16 & Embarazada.
Versión libro, completamente editada.
Gracias por leer
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Obra registrada en Safe Creative
Cód...
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ASHLEY
Recostada sobre mi espalda, en mi cómoda cama tamaño King, con mi almohada viscoelástica y mis colchas suaves envolviendo mi cuerpo, observo los pequeños espacios de luz de día que se cuela por medio de la cortina que ha quedado mal cerrada la noche anterior.
Observo todo a mi alrededor, una vez que he despertado totalmente. Observo las paredes blancas de aquella habitación que decoré con tanta paciencia y guiándome por todo lo que veía en internet y que se adaptaba a mi estilo. Con tan solo un par de cuadros fotográficos específicamente posicionados en los lugares perfectos, los tonos contrastantes de las cortinas y los muebles, que ha este lugar mío.
Mi mirada se queda detenida en las dos grandes fotografías que toman gran parte de las paredes a mi alrededor. La primera de ellas; ubicada justamente frente a mi cama, es una de mis fotografías favoritas, que es del día en que Emma nació. La foto nos retrata a ambas; yo sujetándola delicadamente contra mi pecho, mientras le observo con una gran sonrisa en mi rostro. De hecho, si me concentro puedo volver a ese exacto momento, al momento donde la tuve por primera vez en mis brazos y todo mi mundo se redujo a eso, a mi niña.
La segunda fotografía nos encuadra a Emma, Liam y yo en el pasado cumpleaños de mi novio. Es una fotografía preciosa, la cual nos tomó la madre de Liam cuando no le estábamos viendo. Sonrío, recordando aquel día y sobre todo recordando la emoción de Liam al vernos a todos juntos en su día especial.
Mi hermoso Liam.
Me volteo lentamente sobre mi costado, evitando hacer movimientos bruscos para no despertarlo y le miro. Observo su hermoso rostro totalmente pacífico gracias al sueño en el que está inmerso, sus largas pestañas rosando sus mejillas debido a sus ojos cerrados. Observo como su pecho se mueve de arriba hacia abajo por las respiraciones pausadas. Mientras le observo, comienzo a pensar y a preguntarme a mí misma ¿Cómo es que fui tan afortunada de encontrar a esta maravillosa persona? ¿Cómo él me ha elegido por sobre todos y se ha quedado a mi lado en los peores y mejores momentos, dándome su amor, comprensión y soporte?
Quiero decir, socialmente hablando no soy el mejor prospecto de novia, o mejor dicho, el prospecto "adecuado" que podría buscar un hombre o la familia de este. Soy una madre soltera, una madre adolescente que intenta cada día hacer lo mejor para su pequeña, quien además se mata estudiando para sacar la carrera que desea ejercer durante la mayor parte de su vida, y por último que intenta no volverse loca mientras logra sus objetivos.
