Larga había sido la noche y luego de seguirle los paso a aquel hombre lobo, Dean Winchester finalmente daba con el lugar dónde el muy desgraciado estaba llevando a sus víctimas para matarlas. Estacionando el impala a metros de aquella abandonada casa en medio del bosque, se bajó con cautela suponiendo que a éstas alturas la criatura habría percibido su aroma, así que aquella no sería precisamente una entrada sorpresa.
Se llegó hasta la entrada, la puerta estaba abierta. Posiblemente era una trampa.
A paso lento se adentró en la misma y el olor a sangre lo golpeó bruscamente. Cuerpos sin vida de las personas que llevaban días desaparecidas adornaban el suelo y el hueco en sus pechos era señal clave de que definitivamente se había comido sus corazones. Era un maldito hombre lobo después de todo.
Con arma cargada con balas de plata en mano y unas enormes en insaciables ganas de matar, Dean se apretó el brazo izquierdo sintiendo a la puta marca de Cain llamando por sangre. Estiró su cuello buscando relajarse y un repentino quejido aparentemente femenino, llamó su atención.
Se apresuró en adentrarse a una de las habitaciones, encontrándose con una mujer, algo golpeada y ensangrentada, amordazada y atada a una silla.
―¿Qué demonios? ―musitó mientras se acercaba sin bajar el arma. Sacó un cuchillo de plata de su bolsillo y rozó la piel de la chica comprobando que en efecto era humana. Fue entonces que se dedicó a desatarla quitándole la mordaza primero― Hey ¿Estás bien? ―preguntó al ver que reaccionaba.―¿Tu qué crees? ―respondió la chica con mal genio, e intentando ponerse de pie le fallaron las piernas, siendo aquel desconocido quien la sostuviese mientras la visión se le tornaba borrosa. Algo mareada por el abrupto movimiento al levantarse luego de haber pasado días sentada en el mismo lugar y posición― ¡Argg como odio a esas malditas criaturas! ―gritó―. ¡Voy a encontrarte y hacerte pagar por lo que me hiciste desgraciado1
Sintiéndose más estable, la mujer se soltó del agarre del desconocido y se alejó del mismo en busca de sus pertenencias. Dean, aún atónito con la repentina actitud impetuosa de la chica, la seguía con la mirada en silencio, percatándose de que esta se llegaba hasta un bolso lleno de armas y suplementos que solo un cazador podría tener.
―Espera, ¿Eres cazadora? ―preguntó incrédulo.La castaña y delgada mujer se giró hacia el trigueño incluso acercándose nuevamente a él, y con ceja elevada lo detalló de pies a cabeza, lo pensó por un par de segundos y finalmente asintió. Nadie más que otro cazador
―Madisson Black. ―Se presentó extendiendo una mano para saludarlo.
‹‹Vaya este chico además de ser guapo es bastante fuerte››
pensó al sentir la presión que ejercía su mano―Dean Winchester ―Desconfiado como era de costumbre, escrudiñaba a la cazadora mientras se alejaba nuevamente de él, permitiéndose detallarla entonces. Chaqueta de cuero, pantalones desgastados, franela gris algo decolorada y ahora manchada de sangre, tanto o más que su rostro y despeinado cabello. Si definitivamente era una cazadora.
Luego de que esta sacase un arma del bolso que aparentemente le pertenecía, Dean decidió acercarse.
―No te he visto trabajando en este caso ―señaló pensando al respecto mientras se acercaba a la puerta de la habitación sacando nuevamente su arma, a esas alturas, luego de los gritos de la tal Madisson y el ruido que ésta hacía, el hombre lobo debía saber que estaban ahí. Lo extraño era que no se hubiese acercado aún.Madisson terminaba de arreglar sus pertenencias quedándose con un revolver Magnum calibre 38 en mano, tomando lugar junto a Dean en la puerta, mirando en varias direcciones, esperando que alguna de aquellas criaturas apareciera.
―Claro que no me has visto, no voy por la calle con un letrero colgado al cuello que diga "Hey soy cazadora"Dean miró a la castaña de reojo no agradándole su actitud odiosa cuando él acababa de prácticamente salvarle el trasero. Aun así la seguía en el recorrido por la casa, cuidándole la espalda.
‹‹Un poco de agradecimiento vendría bien.››
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NEVER BACK DOWN
FanfictionSINOPSIS En medio de su lucha contra la Marca de Cain. Dean se embarcará en un caso a kilómetros de Kansas para alejarse por unos días de Sam y Castiel. Queriendo saciar la sed de sangre, encontrará aquel viaje mucho más satisfactorio de lo que espe...