NEVER BACK DOWN

3

La mañana llegó rápida ese día. Dean fue el primero en despertar puesto que nunca dormía más de 3 o 4 horas realmente. Su cuerpo se había acostumbrado con el pasar de los años y las noches en vela.

Se percató de que Madisson seguía durmiendo y luego de ponerse de pie verificando la hora, tomó camino al baño encerrándose en el mismo. Se tomó el tiempo para darse una larga ducha, en la que los pensamientos, recuerdos y sensaciones fueron protagonistas. Dean no lograba sacar de su cabeza la forma en que había masacrado a aquel grupo de hombres semanas atrás, tampoco el cómo le mentía constantemente a Sam asegurándole que todo estaba bien. Mucho menos podía arrancarse el insistente escozor en su brazo.

Una vez que terminó el baño, salió de la ducha y se secó rápidamente. Se detuvo largos minutos viéndose al espejo y finalmente decidió vestirse. Se puso el bóxer y el jean aprovechando que su bolso estaba en el baño y así salió del mismo, incluso sin abrochar el jean aun, se pondría la camisa luego.

Sacudiéndose el cabello mojado se percató de que Madisson finalmente despertaba
―Buenos días.

―Buenos días ―murmulló una somnolienta Madisson sentándose en la cama, detallando al cazador que recién salía de la ducha, con el cabello mojado, los jeans a medio cerrar, el torso desnudo y gruesas gotas resbalando por aquel cuerpo bien trabajado. Se acomodó el cabello y bajo de la cama, se estiró y eso le recordó que aún seguía mareada por los tragos de anoche― ¿Puedo usar el baño?

El cazador le hizo un gesto con la mano para que entrara. Madisson pasó de largo junto a él, agradeció que Dean hubiese dejado el enjuague bucal sobre el lavabo y de inmediato se lavó la cara. Entonces el recuerdo de la noche anterior se hizo presente.

―Dean, ¿anoche nosotros?...... ―grito desde el baño dejando la frase incompleta.

Dean soltó una carcajada mientras levantaba la bocina del teléfono de la habitación.
―Te quedaste dormida, eso fue lo que pasó ―explicó justo a tiempo para que le atendieran de recepción― Oh Hey si, buenos días ehmm...me dijeron que el motel tenia servicio a la habitación. ¿Si? Genial. Ehmm.... ―Pensó un poco― ¿Tiene pie? Bien, tráigame uno. ―Apartó la bocina y gritó en dirección al baño― ¿Vas a querer algo Madisson?

―Un café negro bien grande, y un sándwich de tocino ―dijo mientras salía del cuarto de baño, maldiciéndose por haberse quedado dormida con un hombre como aquél. Ahora mucho más arreglada que como se había levantado se acercó al cazador― Dean, con respecto a lo de anoche.... siento que haya terminado así.

Dean le pidió un momento con un gesto de su mano mientras seguía al teléfono, terminó de pedir la orden y se despidió de la recepcionista.
―Bien gracias. ―Trancó la bocina y se volvió a la cazadora― No te preocupes, estabas muy tomada anoche ―alegó apartándose y sentándose en la cama.

―Sí, generalmente no lo hago, pero dadas las circunstancias, que más daba... ―Se sentó a la par de Dean con intenciones de ponerse las botas― Ahmm Dean ¿Estás molesto por eso? ―preguntó habiendo notado un cambio de actitud del trigueño, ahora estaba mucho más serio y le parecía hasta intimidante.

Dean termino de ponerse las medias y la pregunta de Madisson lo sacudió. Volvió la mirada hacia ella sintiéndose un imbécil.
―No, claro que no ―aseguró obligándose a bajar un poco la guardia nuevamente― Es solo que...últimamente no soy la mejor compañía para nadie ―explicó bajando la mirada hacia la puta marca y fijando la misma luego contra la pared de enfrente.

Madisson, entendió aquello, siguió la mirada del cazador hasta el brazo en donde una marca sobresalía, pero si Dean no hablaba, ella no iba a preguntar.
―Pues bien, ¿A qué hora traerán el desayuno? muero del hambre. ―Cambio de tema para aligerar la situación. Dean sonrió de medio lado― ¿Crees que después de comer puedas llevarme a mi motel?, necesito cambiarme y luego ir por Louis.