Capítulo I - Querido diario...

306 29 5
                                    


25/07/2010 11:24 Am

Montevideo, Uruguay.

            Querido diario, mi nombre es Lautaro, tengo 8 años y te escribo para contarte lo que pasa en mi vida, lo hago porque mi hermana mayor también lo hace, me ha dicho que su diario es el mejor amigo que tiene, entonces, ¡Nosotros seremos grandes amigos también!

            Ella es una muy buena persona, aunque casi siempre está enojada conmigo, dice que soy muy bruto, en ocasiones me dice enfermo, cuando lo hace mamá se enfada mucho y la pone de castigo, aunque no entiendo el porqué, yo no estoy enfermo, bueno, lo estuve, semana pasada, en cama con muuuucha gripe, y antes de eso, no lo recuerdo bien, pero cuando era chiquito iba mucho a ver a la Tití, mi doctora, pero no estaba enfermo, según ella solo tenía que hacer ejercicio y crecería sano como un toro... Ah, y tomar unas pastillitas que según mamá, son para que no me exceda... Aún no entiendo a que no debo excederme.

¡Mamá también es una excelente persona, querido diario! Dice que es la que más me ama en el mundo, y yo le creo, porque a menudo cuando me ve jugar a los autitos o soldaditos, se pone a llorar, y cuando le pregunto, dice que es de emoción, entonces le enseño a jugar conmigo. ¡Los autitos y soldaditos deben estar en fila y bien alineados, esa es la forma correcta de jugar!

No solemos charlar demasiado con mamá, y cuando lo hacemos, la miro a los pies, porque sus ojos son demasiado penetrantes, me ponen nervioso, no me salen bien las palabras, y las tengo que repetir muchas veces... Bueno, en realidad no me pasa solamente con los ojos de mamá, me pasa muy a menudo, con todos los que me hablan, aunque no son muchos quienes lo hacen, quizá ese sea el problema, debo practicarlo con más personas. Aunque siéndote sincero querido diario, no me gustan las personas de mi tamaño, me ponen enojado siempre; Me gustan los más grandes, y tengo un amigo grande, su nombre es Juan José, pero le dicen JJ, tiene 30 años y lo conocí cuando jugaba solito en las esquina de casa, mamá me dice que no debo juntarme demasiado con él, pero es un buen tipo, ¡De veras que si, amigo diario!, siempre me cuenta que sale todos los días a conseguir las cosas que faltan en su casa, su familia debe ser muy afortunada, aunque no tiene un trabajo fijo como mamá, pero se las arregla para que no falte nada.

Aaaah, ya son casi las 12 del mediodía, mamá debe estar por llamarme para almorzar e irme a la escuela... Amigo diario, odio ir a la escuela... Te escribo a la vuelta.

Diario de un AspergerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora