Esto definitivamente estaba dejando de ser normal. ¿Será el mismo mal nacido que tiene a mis padres? ¿O ese extraño tipo que me persiguió en el auto? No quería averiguarlo, eso era obvio, pero el saber de que mis padres podrían ser asesinados me asustaba. Sí quizás no había sabido de su existencia estos últimos meses, pero al menos sabia que estaban vivos y no secuestrados.
No sabía que tan lejos, o donde quedaba exactamente donde quedaba Gordon place, pero algo si es seguro, ni de coña iba a ir sola a ese lugar. Iría a por Kate, pero la ingrata aun no me da señales de vida, y lo más probable sea que este en el departamento en este momento, disfrutando de un helado y viendo una de sus películas favoritas, mientras que a mí me toca ir a una cita con un posible asesino. ¿Hermoso día, a que no?
Muchas opciones tampoco tenía, es decir... ¿Quién iría a un lugar seguramente apartado, con una chica malhumorada que apenas conoce? Nadie, esa es la respuesta. Supongo que tendré que buscar un mapa de la ciudad, o preguntarle a alguien al respecto.
Me estaba acercando a la recepcionista del Ala de información para estudiantes, para preguntarle acerca de Gordon place, pero ¿Adivinen quien esta en todo el camino? Sí, el imbécil de Evans, y con varias moscas con extensiones cerca, era obvio, entre mas mierda, mas moscas, ¿No?
Pasé por un lado ignorándolo completamente, llegando directamente a la recepcionista.
—Dígame señorita, ¿En que le puedo ayudar? — Me miró de una manera, que entendí automáticamente que estaba cansada de ese trabajo.
—Emh, Sí... Bueno, quería saber donde se encuentra Gordon place ¿Me podría decir?
— ¡¿Gordon place?! —Exclamó preocupada. —Señorita, créame que usted no quiere saber donde se encuentra ese sitio, además no es lugar para alguien como usted.
— ¿Alguien como yo? ¿Qué? — Dije, aún sin comprender.
— Señorita, Gordon place es uno de los peores lugares de Madrid. Allí es donde ocurren la mayos parte de asaltos y demás, es un lugar peligroso, le aconsejo no ir, además de que se encuentra alas afueras de la ciudad.
— Eh, bueno... Gracias, supongo. —Sí, esa había sido la conversación mas extraña del día de hoy.
A las afueras de la ciudad, joder y para sumarle, el sitio esta infestado de parásitos antisociales, que hermoso. Ahora di dudaba realmente el ir o no.
Más te vale ir si quieres a tus padres con vida.
Pero esa maldita frase no salía de mi cabeza. Vuelvo a pasar rápidamente por los costados de Donovan y sus fanáticas que aun seguían ahí, y veo que el me mira un tanto extraño.
Me dirijo al estacionamiento, sí ese que está como a un kilómetro de distancia. Para acortar camino voy por uno de los pasillos menos transitados que va directamente a ese sitio. Cuando de repente escucho unos pasos cerca de mí. Estaba apunto de voltear cuando unos fuertes brazos me toman y me tapan la boca justo cuando iba a comenzar a gritar. Estaba pataleando, veía que me llevaba a un salón que se encontraba solo.
Logré soltarme de su agarre cando le mordí la mano. Estaba por salir corriendo hasta que escuché el alarido
— Maldición Connie —Donovan, Joder.
— Joder Evans, ando con los malditos nervios de punta y tú me arrastras de esa manera a un salón. ¿Es que no conoces como ser menos animal y llamar a una persona?
— Tengo otra manera de ser animal que estoy seguro que te encantaría ver.
Rodeo los ojos, él no tenía salvación.
— Eres imposible hombre. ¿Qué diablos quieres? —Espeté con fastidio, no tenía tiempo para sus juegos.
— Mira Connor, ese Barrio es de mala muerte, no vayas ahí, no quieres ver con lo que te encontraras, y menos si vas sola, ¿Qué buscas allá?
— Aparte de gigoló y animal, también eres entrometido. Esos no son tus asuntos Evans.
Al parecer eso no le gustó. Porque se acerca peligrosamente a mi, y no me queda mas que retroceder hasta quedar entre la espada y la pared. Sí Donovan era la espada.
Sentía su aliento llegar sutilmente a mi rostro. Estaba demasiado cerca, y su aroma, joder el maldito olía muy bien.
— Mira bebé, te lo diré sutilmente — comenzó a decir susurrando cuidadosamente, pero de manera sensual. —No quieres ir allá, te lo aseguro... A menos de que quieras una cicatriz igual a esta. — Dijo al mismo tiempo que subía su camisa y me ensañaba una horrible cicatriz que atravesaba su abdomen bajo, pero esa dejo de ser importante cuando me distraje por un momento, en ese tan perfecto abdomen marcado.
—Sé que te gusta lo que ves, y podrías tenerlo cuando quisieras. — Dijo apegándose a mi cuerpo, hablando tentadoramente cerca de mis labios.
Era hora de seguir el juego.
— ¿Y si lo quiero justo ahora? — Dije en tono seductor, hablando prácticamente sobre sus labios. —Podría comenzar... Por ¡Aquí! — Dije en el momento en que alzaba mi rodilla y le daba un buen golpe en sus partes que tanto él amaba.
¡Já! Apuesto que con eso quedará estéril por el resto de su vida.
Rápidamente el se reclina y se contrae del dolor, dándome el espacio suficiente como para salir huyendo.
A lo lejos y de manera débil le estucho decir —'Esto no se quedará así primor'.
Salgo disparada al estacionamiento en busca de mi hermoso Audi, para emprender la marcha a Gordon place.
La cicatriz de Donovan ronda en mi mente, ¿y si hay una remota posibilidad de que su historia sea cierta? Es decir joder, ¿Y si realmente lo era? ¿Cómo se la hizo? Y lo más importante, ¿Por qué se preocupa de que vaya a ese lugar? No es su problema cuales sean mis decisiones.
Pero el hecho de que tenga una cicatriz tan horrible que venga de un barrio, que el mismo dijo que era de mala muerte, era mucho mas inquietante.
Donovan sabe o oculta algo, y estaba dispuesta a saber el que.
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Just a Monster. #Wattys2016
Dla nastolatkówConnor Cooper, una chica temeraria, capaz de lograr todo por sus ideales, en su camino se encuentra con un Imbécil cualquiera, en el cual ambos sufrirán calamidades innombrables. Y ahora ella era simplemente un monstruo y ahora nadie podría hacer al...