Justina y los animales:
El trabajo en la granja comienza temprano. Primero hay que ordeñar la vaca, luego alimentar a las gallinas y a los ganchos. Después cepillar a la yegua y sacarla a pastar. A ella le agrada sentir como cruje la escarcha del frío bajo sus pies en la madrugada. El silencio de los árboles, el latido del sol amanecer. Justina es asmática. Sera por eso que disfruta tanto el aire puro y fresco que entra, cuando puede, en sus pulmones. Los días en que su pecho le permite la aventura, ensilla a Tormenta y sale a dar un paseo por el monte.
A Justina el colegio le aburre, las maestras le dan urticaria. No entiende las conversaciones de las niñas... En la granja aprendió junto a sus hermanos el alfabeto secreto con el que se comunican los animales: la gramática que rige la marcha de las hormigas, el llamado de auxilio de los corderos, como ríen los caballos, como cantan las lechuzas en la noche. Ese es el idioma que Justina ama.
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Niñas
FantasyAylen, Tamara, Hannah, Justina, Madai, Selena... Más que nombres son relatos, pequeñas estampas de niñas que se resisten a crecer. Una vive de noche, otra es compañera de los lobos, hay quien destripa muñecas o camina de puntillas por la China medie...