Enfrentamientos

57 2 1
                                    

Teddy:

Levanté la cabeza para ver quien era el que se había sentado junto a mí. Cabello negro, rizos, ojos azules, piel blanca con un bronceado perfecto, musculoso. Era imposible.

Lo miré durante unos minutos, no estaba sustada, normalmente desaparecia cuando desviaba la vista, pestañeaba o algo así. No quería que se fuera, me sentia protregida con él.

-No si me escuchas. No se si eres

una alucinación -que probablemente lo seas, pensé-, o estas aqui de verdad. Pero...gracias.

Él no dijo nada.

Apoyé mi cabeza en el muro lo mas cerca de su hombro que pude. Sentí su mano deslizarse sobre mi pelo y sin darme cuenta, cerré los ojos y caí dormida.

No soñe con nada en especial. Pese a la mala escena que habia tenido hace unos minutos me sentia bastante comoda y feliz.

Desperté en la misma posicion. Él seguia mirandome con esos ojazos suyos.

-Llamé a tu hermano para que viniera a recogerte.

¿Que? ¿a mi hermano? ¿a Fred? ¿porque? ¿como?, o mejor, ¿como podia verlo?

-¿Como...?

-Con tu telefono -sonrió ante la obvia respuesta.

-Yo me referia...-tragué saliva-... a ti. ¿Como es que... puedo verte?

-No lo se -parecia igual de confundido que yo pero en sus ojos no dejaba de haber un brillo lleno de felicidad.

De pronto saltaron las ganas que siempre habia sentido de tocarlo, pasar mis manos por sus espesos rizos, tocar su piel, sentirlo entre mis dedos. Mis cejas se juntaron ante este extraño sentimiento.

Estiré la mano para pasarla por su pómulo, pero en ese momento senti la bocina del viejo Chevy

Temi que al girar la cabeza la vision de Tayler se esfumara y en efecto, asi fue. Mire a Fred por una fraccion de segundo y ya no estaba.

Desepcionada me paré y avanzé al auto arrastrando los pies. Cuando subi al auto Fred estaba callado, probablemente ya había visto a Paul, nuestro supuesto "padre".

La relacion que llevabamos con él, por si no lo habían notado, era desastrosa.

Cuando mi madre lo conoció se enamoró en el acto, y ese fue su error. Paul era el tipico patán que se las daba de adulto cuando ni los pelos de abajo le habian crecido. Apenas supo que mi madre estaba embarazada la dejó. Volvió al año despues con el pretexto de que ahora si era responsable y quería formar una familia con nosotras, y claro la idiota de mi madre cayó.

Se quedó unos años, parecia que de verdad habia cambiado. Fred nació al año despues de que él hubiera vuelto, pero durante los seis años que pasaron no hacian mas que pelearse.

Ahí fue cuando me vinculé tanto con Fred, debía llevarmelo a la pieza y jugar con él para que no se diera cuenta de la situación. Paul desaparecia cada unos cuantos meses contando excusas baratas y se iba por dias. Tal vez si ella se hubiera preocupado mas por nosotros y no por su supuesta "pareja" le tendria estima, la admiraria por su valentia y coraje por sacar adelante dos niños sola, pero lo unico que hacia esos dias era sentarse en el viejo sofa a llorar y a lamentarse de su miserable vida. Acostumbraba a preparar una olla enorme de fideos o sopa para que nosotros nos valieramos de eso durante toda la semana, una vez llegó a ser un mes. Aprendimos a no depender de ella.

Una de esas miateriosas desapariciones, Paul no volvió más. Yo tenia apenas ocho y Fred seis. No lo volvimos a ver y con el tiempo nos olvidamos de él. Mamá dejó de llorar y lamentarse y comenzó a vivir. Durante los primeros meses trató de reanudar su labor como madre con nosotros pero ya no la necesitabamos, ni siquiera Fred, siendo tan pequeño la aceptó, y al cabo del tiempo ella se rindió.

Almost invisible to herDonde viven las historias. Descúbrelo ahora