En este mundo hay una delgada línea que divide a la realidad de la locura, no la podemos ver pero sin embargo allí esta, esperando a que alguien pase al otro lado de ella y hundirlo en el mundo más solitario.
Que triste pensar que estamos bien, y no aceptar lo que nos hace daño.
Que triste es ver a los demás llevar culpas que ni son suyas, y lamentarse por el pasado que ya fue, y temer al futuro por lo que les deparará .
No todas las personas tienen el don de ayudar porque, están las que ayudan y sacan adelante a los demás, y luego están las que ayudan y son absorbidas por los problemas de los demás.
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