Capítulo 1:
M I S D U L C E S D I E C I S É I SLauren.
—Felicidades Lauren —me dice mi tía Jane al verme pasar, con una sonrisa en su boca. Ella acababa de llegar y solo me dio un abrazo para después ir hacia donde la fiesta estaba.
—Gracias —le había respondido con una sonrisa antes de que cada uno siguiera su rumbo, no me podía distraer en absoluto, tenía que hallarlos, ¿En dónde se habían metido?
La musica del karaoke se alcanzaba a escuchar desde el patio de la casa, con el sonido de las voces de la gente que había asistido. Era una gran fiesta en el que el número de personas ya había sido olvidado. Según yo solo habían asistido los familiares y amigos que invité, pero claro, ¿Qué es una fiesta sin colados?
Comencé a subir hacia los pisos de arriba de la casa por las escaleras grandes que teníamos. Un ventanal grande que daba vista al patio, me hizo ver que hacían las personas en ese momento; unas en la alberca lanzándose en clavados y salpicando a su alrededor, unas personas con micrófonos en el karaoke cantando mientras la musica salía en dos bocinas muy grandes que hacía que en toda la casa se escuchara lo que sonaba. En las mesas algunos —la mayoría familiares— se hallaban platicando mientras comían la botana que habíamos puesto en las mesas. Había asadores con gente contratada para cocinar Hot-Dogs, los cuales comeríamos en poco tiempo, ya se lograba ver que casi los terminaban.
En la mesa de regalos que ya se hallaba con algunos, podía observarse unos globos metalizados con el numero «16» y estos flotaban moviéndose por el ligero viento que se formulaba.
El día era perfecto, fue buena suerte que escogiera hoy porque el sol daba directo sin demasiadas nubes interponiéndose. Sentir el sol llegando a mi piel mientras estaba en la alberca era lo mejor y mas al saber que quedaría bronceada gracias a la crema que me puse para salir.
Llevaba puesto un traje de baño color marrón con una playera celeste que me había puesto después de pasar una hora en la alberca con mis amigos y secarme con aquella toalla cuando vi a mis dos padres observarme con unas miradas con demasiada nostalgia. Para después, ambos meterse apresuradamente a la casa por las puertas de vidrio que daban hacia el patio.
Enseguida me coloque la playera y tome unas sandalias para intentar seguirlos y averiguar lo que pasaba, pero justo cuando entré solo vi a unas pocas personas platicar tranquilamente. Lo único malo en esta situación era la gigantesca casa que tenía, iba a ser difícil el encontrar a mis padres porque se pudieron haber metido en donde sea.
Todo esto había pasado antes de decidir ir a buscarlos a su habitación como primera opción.
Había llegado al tercer piso y enseguida fui a tocarles la puerta cuando me hallaba en frente de esta. No hubo respuesta, así que decidí entrar solo para echar un vistazo.
La gran habitación con una cama matrimonial, una televisión, una ventana grande con cortinas y muchos muebles se hizo presente.
—Excelente decisión —oí una voz a mi espalda, que al voltear solo sentí como implantaba sus labios con los míos y me levantaba del suelo.
Había sonreído mientras me besaba e inconscientemente al saber que iba a hacer él, había colocado mis piernas alrededor de su cintura y mis brazos alrededor de su cuello, así permitiéndole cargarme con mas comodidad. No llevaba puesto nada en la parte superior, haciendo que sintiera los músculos no tan marcados de su pecho.
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Licaón: La Búsqueda del Rubí
WerewolfMis padres me ocultaron todo... Me escondieron secretos que involucraban cosas de mi nacimiento hasta lo que el destino me tenía preparado. ¿Cómo reaccionarías si tu vida al cumplir los dieciséis años fuera a tomar un rumbo completamente diferente a...