Capítulo 6.

619 34 15
                                    

POV Morticia.

Cuando Gomez me dijo que habían asesinado a su primo Balthazar, y no solo eso, que él era el principal sospechoso...no pude estar más emocionada y orgullosa de él.
La noche siguiente en que me dio la noticia tuvo lugar el funeral. Estaba realmente nerviosa, era la primera vez en doce años que iba a su casa, y obviamente, quería causar buena impresión a su familia, aunque según Gomez ya tenía su cariño ganado.

Por la mañana Lurch vino a recogernos a la residencia, aunque solo íbamos a estar un par de días hospedados en su casa, preferí llevarme una pequeña maleta con un poco de todo por si acaso, sobre todo con muchos vestidos. No me había decidido por ninguno, y quería estar deslumbrante en el funeral.
El trayecto no era muy largo, pero se notaba cierta tensión en el ambiente. Yo estaba realmente nerviosa, me revolvía de vez en cuando en mi asiento, y Gomez estaba muy callado, demasiado. Además parecía estar molesto por algo.

–Querido, ¿Está todo bien? –le pregunté preocupada.

Él me miró y me sonrió de una manera un tanto forzada. Sabía que algo no andaba bien.

–Claro, solo estoy molesto porque no me han detenido al final.

Obviamente, sabía que me estaba ocultando algo. Y eso me molestó mucho.
Volví mi mirada hacia la ventanilla, intentando evadirme de este asunto hasta que llegásemos a la mansión.

Quizá todo resultó ser por culpa de los nervios y de mi imaginación, y realmente me había dicho la verdad. Pero en mi interior sabía que estaba en lo cierto al pensar que algo no marchaba del todo bien.

Al dejar de ver casas aburridas y de mil colores por el rabillo del ojo, se posó en el paisaje el comienzo de una desolada colina, sabía que estábamos a punto de llegar a nuestro destino. Ya se podía ver la mansión a lo lejos y en cuanto comenzamos a acercarnos, su inmensidad me abrumó como si fuera la primera vez en toda mi vida que viajaba a este hermoso y tétrico lugar.

Los murciélagos en mi estómago revolotearon libres causándome más nervios, haciéndome sonreír casi sin darme cuenta.

Aparcamos y Gomez se bajó corriendo para abrir mi puerta. Me tendió su mano y me ayudó a salir del coche.
Lurch tomó nuestras maletas y fuimos directos a la entrada de la mansión. Allí ya nos estaba esperando Eudora, nada más verme corrió a abrazarme.

–¡Morticia, mírate, estás preciosa! –me halagó Eudora. Le devolví el abrazo, mirando de reojo a Gomez, y por un momento, sí que atisbé una sonrisa sincera. – Pasad, id a la habitación de Gomez por si queréis acomodaros, aún no ha llegado nadie más.

Entramos, y todo estaba tal y como recordaba. Todos los recuerdos de hace doce años llegaron a mi mente de golpe, abrumándome de nuevo.

–Os aviso cuando la comida esté lista. –anunció Eudora.

Al llegar a las escaleras Gomez me ofreció su mano y subimos juntos. Caminamos por el pasillo del ala izquierda de la casa hasta llegar a su habitación.
Al entrar todo seguía oliendo a él, todo seguía en su sitio, nada había cambiado. Por inercia fui directa a la cama, me estiré abrazando la almohada, aspirando el aroma a puros y colonia que Gomez desprende y tanto me encanta.
Él se sentó a mi lado y me acarició el pelo. Me giré para poder mirarle a los ojos, y aunque en ellos seguía viendo que algo no marchaba bien, me miraban con amor, como siempre han hecho, y eso me alivió en cierta manera.

Al fondo del pasillo se escucharon unos pasos estrepitosos que llegaron hasta la habitación de Gomez, donde se pararon en seco, para después abrir la puerta de manera abrupta. Era imposible no saber quién era.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 28, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hasta que el destino quiera que nos volvamos a encontrar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora