Naranja

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-entonces, ¿trabajas de mesero?- cuestionó el rubio fijando su mirada en su acompañante y este asintió con una mueca. 


-trabajo en el café con ruedas, ya sabes, donde sirven todo en patines- suspiró y pasó una mano por su codo cubierto por la ropa. -el otro día me caí y me quemé con la cafetera- admitió ligeramente avergonzado por su descuido.


- ¿estás bien? ¿fuiste a ver a un doctor?- en su voz había un oculto deje de preocupación. Para el castaño Bill era un completo desconocido, pero este lo conocía desde hace bastante tiempo ya.

Solía frecuentar el café en el que el menor trabajaba por las tardes. Al principio era sólo por casualidad que el rubio pasaba por ahí en el horario en el que Dipper trabajaba, pero cuando este se dio cuenta del castaño mesero que atendía el lado contrario al suyo, el muchacho robó su respiración.

Se había obsesionado con el mesero, había aprendido sus horarios de atención para ir a verlo desde la distancia, ocupando el lado que atendía la hermana gemela de este para que no lo viera. Claro, sabía todo acerca de el castaño, Mabel se había encargado de ello, incluso le había mostrado unas cuantas fotos del chico cuando este era pequeño. Había hecho jurar a la muchacha no decir nada, pero esta a cambio le había pedido que se acercara a hablar con su hermano. 

Y así lo hizo, gracias a la petición de la castaña, y una que otra amenaza por parte de la misma cuando este se negó rotundamente, estaban ahora sentados en la barra del bar tomando una cerveza juntos.


-si, no es nada grave, pasará en un par de semanas-  se encogió de hombros restándole importancia al asunto y bebió un trago de su bebida. No era de extrañar que le pasaran esa clase de cosas después de todo.


Bill suspiró por lo bajo aliviado y decidió olvidarse del asunto. - entonces Pino, además de trabajar haces algo más?- obviamente ya sabía la respuesta, pero si quería hacer las cosas bien y no espantarlo tendría que guardar sus conocimientos acerca de el menor. 


-voy a la universidad, estoy estudiando parapsicología, me gustan esas cosas y quiero dedicarme a ello- le regaló una pequeña sonrisa ladeada que el otro devolvió. Bill tomó un largo trago a su cerveza y luego dejó en la barra la jarra ya vacía. -¿qué hay de ti? ¿qué es de tu existencia?- preguntó con auténtica curiosidad, pues sabía poco y nada de su rubio acompañante.


Bill soltó una carcajada ante la pregunta formulada de tan particular manera. -soy Barman, hoy es una de mis pocas noches libres- pidió otra cerveza  y cuando se la entregaron tomó un trago.-ya terminé la universidad, pero me tomé un par de años libres, no quiero meterme en el sistema aún- soltó otra pequeña carcajada.- hay que disfrutar de la juventud niño- quitó la gorra de el castaño y le revolvió el cabello de forma amistosa para luego proceder a colocarla en su cabeza. -¿cómo me veo? soy un Pino número dos- una sonrisa coqueta se plantó en sus labios y movió las cejas de arriba hacia abajo varias veces a lo que su acompañante rió divertido negando con la cabeza.


-Igualito a mi- dijo con notorio sarcasmo y rodando los ojos. - ya dámela- se estiró para agarrar la gorra, pero el rubio la quitó de su cabeza y alargó su brazo para que no la alcanzara.


-nope- el castaño se estiró aún más pero el otro también lo hizo, logrando que Dipper en intentando alcanzarla se encaramara en el mayor y que en un momento de descuido ambos terminaran en el piso con un ruido seco.


Bill se echó a reír a carcajada suelta con el otro sobre él, la situación le había parecido muy graciosa. Dipper por su parte se encontraba rojo hasta las orejas, muy avergonzado, aunque no tardó en contagiarse por la estrepitosa risa del rubio, quedando ambos riendo en el suelo.


-lo siento tanto- limpió un par de lágrimas que habían salido de sus ojos a causa de la risa y se levantó, tendiéndole una mano al moreno para que se levantara y este gustoso la aceptó. Ya de pié Bill negó aún soltando una que otra pequeña carcajada.


-eres adorable niño, no hay cuidado- volvió a colocar la gorra en la cabeza de el más bajo, vió el reloj que ya marcaba las 12:00 en punto y tomó lo que le quedaba de cerveza, lo cuál el otro imitó. -creo que ya es hora de irnos, pero antes...- sacó de su bolsillo trasero su teléfono y se lo entregó al castaño- quisiera verte otra vez, así que si no te molesta ¿me darías tu número?- preguntó con una amplia sonrisa.


El muchacho asintió y comenzó a taclear los dígitos con rapidez. Después de unos segundos le devolvió el aparato a su propietario el cuál guardó el contacto como "Pino". -vamos entonces- pagó las bebidas tras varias réplicas por parte de el castaño y finalmente ambos abandonaron el recinto con una promesa de volverse a ver pronto.



 Así concluyó el primer día de nuestros protagonistas, hay veces que la vida te sorprende con pequeñas cosas que por muy mínimas que sean te conducen por un camino distinto al que esperabas. No dejen este pequeño relato de lado aún, vayan por sus refrescos, un poco de comida y pónganse cómodos, pues esta historia está apenas comenzando. 




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¿creían que había muerto?

pos no >:v

aquí estoy bien viva a las 4:34 de la mañana, a la puta inspiración se le ocurrió follarme la mente a esta hora, pinche culera.

este capítulo se lo dedico a mis queridas stardark Waddles9 Beidy-RP  por que las quiero muchísimo y me dio la pinshi gana <3 ai lov yu

y pos eso.

ah, si, casi lo olvido.

¡LOCO!

tus cachetes  ( ͡° ͜ʖ ͡°  )


Nieve (Billdip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora