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POV Omnisciente

Después de eso, Martín solo dijo que se había equivocado con lo que había dicho y que se notaba que estos dos se amaban. El pequeño vampiro después volvió a hablar con el humano, sacándolo de ese momento incómodo.

-Nunca lo había visto así.-Dijo Martín, refiriéndose al moreno.

Jaime se fue a sentar al sillón con un trago en su mano, y el vampiro moreno fue a sentarse a sus piernas, acurrucandose contra él.

-Qué quieres que te diga? Al principio me sorprendió, pero realmente son buenos juntos. Jaime haría cualquier cosa por él y lo ha demostrado.-Dijo el ruloso, mirando unos segundos a la pareja y sonriendo.

-Qué ha hecho? Acaso se ha sacrificado?.-Preguntó el humano, con algo de sarcasmo.

El pequeño vampiro lo miró con el ceño fruncido. Si el humano solo supiera, no andaría hablando así.

-Eres mi amigo Martín, pero Jaime y Nicolás son mi familia, y de verdad que ellos son mejores cuando están juntos.-Dijo Edgar, defendiendo la pareja de prometidos.-Se que sigues teniendo sentimientos hacia Nicolás, pero debes entender que el Nico ya te superó. Él te quiere, pero ya no de la misma forma, y deberías apoyarlo en esto, ya que realmente es feliz junto a él.

El pequeño vampiro no dijo nada más y siguió recibiendo a los invitados. El humano vio droga en la mesa y sacó algo de marihuana para fumar. Realmente necesitaba uno de esos ahora para relajarse. Salió de la casa unos minutos para fumarse el porro.

-Nunca me habías contado de ese ex.-Dijo el híbrido, acariciando la espalda del moreno y tomando algo de su trago al terminar la oración.

-Bueno, no creí que era necesario, además pensé que ya lo sabías ya que siempre me has vigilado.-Dijo Nicolás, jugando con la polera de su prometido.

-Te vigilaba, pero hubo unos meses que no tanto, solo me fijaba si estabas bien o no.-Dijo Jaime, mirando como el moreno jugaba con su camiseta.

-No es importante, es solo mi ex.-Dijo el vampiro moreno, sintiendo como ahora el híbrido le acariciaba la espalda debajo de la polera haciendo que se estremeciera.

-Se nota que eran muy felices.-Dijo el híbrido, sin mirar a Nicolás.

-Jaime, yo soy completamente feliz contigo, debes estar tranquilo, lo quiero pero como amigo y así será siempre.-Lo tranquilizo Nicolás, tomando la cara de su prometido con cuidado y haciendo que lo mirará.-Te amo.

-Yo también te amo, Nico.-Dijo Jaime, sintiendo al moreno depositar un beso en sus labios. El híbrido lo levantó un poco y hizo que enrollará sus piernas en la cintura del primero. Jaime colocó sus manos debajo de la polera de su prometido, acariciando su espalda sin ningún impedimento. El híbrido besó apasionadamente, el moreno de inmediato le correspondió este gesto. En uno de estos momentos, Jaime mordió el labio de Nicolás, haciendo que este gimiera por dos cosas, por la sorpresa y por placer.

El moreno sintió la entrepierna del híbrido contra su trasero.

-Alguien anda necesitado.-Susurró Nicolás, sobre los labios de Jaime, con una leve sonrisa.

-No tienes ni idea de lo que me puedes provocar.-Dijo el híbrido con la voz ronca.

-Oh, créeme que sí.-Dijo el moreno, moviendo sus caderas un poco, haciendo que Jaime apretará sus puños para no gemir ni nada de eso.

-N-Nico, estoy a un segundo de llevarte a nuestra habitación y no salir de ahí hasta mañana.-Gruño su prometido, ahora con los ojos rojos de hombre lobo.

-Eh, no lo sé, igual quiero disfrutar algo la fiesta.-Dijo Nicolás como si lo estuviera pensando, mientras hacia otro movimiento de caderas sobre la entrepierna de Jaime. Apenas se había dado cuenta cuando ya estaban en su habitación, con la puerta cerrada y con seguro.

-Te lo advertí.-Dijo Jaime, atacando los labios del moreno, con algo de necesidad.

Mientras tanto en la fiesta, el pequeño vampiro estaba buscando a su novio, así que fue a su habitación que compartía con Manuel. Este último estaba en la cama, fumándose un porro. Edgar cerró la puerta y se acostó a su lado.

-Eso te hace mal.-Dijo el ruloso, preocupado por él.

Manuel le dio una leve sonrisa y le acarició la cara a su novio.

-Tranquilo Eddie, no es como si me drogará mucho.-Dijo su novio, con una sonrisa, al ver lo mucho que Edgar se preocupaba con él.

-No quiero que hagas algo que te puedes arrepentir en el efecto de la droga.-Dijo Edgar, quitándole el porro y apagándolo. Manuel hizo que el pequeño vampiro se colocará entre sus piernas, así solo que solo impidiera el contacto directo la ropa.-Manu...

El recién nombrado no lo dejó hablar, ya que empezó a besarlo lentamente. A pesar de que estaba un poco drogado, sabía lo que hacia. El ruloso no se demoró nada en devolverle el beso.

Después de unos minutos, Manuel se separó.

-Deberíamos ir a la fiesta.-Dijo Manuel, con una leve sonrisa al ver que la erección del pequeño vampiro sobresalía del pantalón.

-No, nada de weas, nos quedaremos acá.-Dijo Edgar, con una voz un poco más grave, besando otra vez los labios de su novio.

Así que los únicos que estuvieron en esa fiesta de la manada fueron Naiko junto a Oscar, quienes se divirtieron juntos. Al final hicieron los juegos alcohólicos, pero a todos le parecía raro que el híbrido no estuviera en el carrete.

-Créanme, debe estar mucho más divertido con Nicolás.-Contestó el ex-hombre lobo cuando le preguntaron por Jaime, también había enarcado una ceja, para hacerlo más obvio.

Martín apretó su puño al escuchar esto, no se quería ni imaginar al moreno gimiendo por lo que le hacía el híbrido, ni como se estremecía con el contacto de las manos de Jaime contra su piel.

-Y Edgar?.-Preguntó el humano a Naiko, mientras este preparaba las cosas para el juego.

-Debe estar divirtiéndose con Manuel.-Respondió Naiko, riéndose mientras miraba a Martín.-Tú eres el ex del Nico, no?.

El humano asintió, con una mueca.

-No te gusta que este con el Jaime?.-Preguntó el ex de Edgar.-Vas a tener que aceptarlo si quieres seguir siendo amigo del Nico, o si quieres que el Jaime te soporte al menos.

-Todos me dicen lo mismo, pero el Nico merece algo mejor que él.-Dijo Martín, con la mandíbula apretada.

-Créeme que no vas a querer que el Jaime escuche eso, y menos el Nico.-Advirtió Naiko, llevando las cosas para el juego.

Nunca olvidaré el momento en el que me di cuenta de que te amo.

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