Debo de haberme quedado dormida en la camioneta porque lo siguiente que supe es que estábamos estacionando en la entrada de la casa de Owen. Al principio, estuve aturdida. Había tenido como regla que nunca dormiría a menos que estuviese sola. Era un poco después de las tres de la mañana. Estaba volviéndome un poco noctambula.
—Gracias por esta noche, Owen. Fue... interesante.
—¿Conoces a Jake? —preguntó Owen, apagando el motor, su boca aún permanecía en una línea dura y con fríos ojos acusadores. Bajó la ventana y encendió un cigarrillo.
—No mucho. —Era la verdad. No tenía ni idea de quien era realmente Jake.
—Entonces, ¿cómo sabía tu nombre, Abby? —Su voz estaba volviéndose más alta. Sus ojos estaban rojos e inyectados en sangre. Una botella abierta de whisky sentaba en el portavasos del centro de la consola; su puño estaba envuelto al cuello. Tomó un sorbo y la colocó de regreso, limpiándose la boca con el dorso de la mano.
—No me gusta tu tono, Owen. Jodidamente no lo conozco. Lo vi conducir a la ciudad y casi me sacó de la carretera. Eso es todo. Alissa debe haberle dicho mi nombre o me llamó así frente a él. —No mencioné el dormir en su camioneta. No sé porque estaba mintiendo, pero el actual estado y actitud de Owen no justificarían la verdad—. ¿Tanto importa?
—¡Sí, importa! ¡No quiero que hables con él!
No necesitaba su mierda. Alcancé el manillar y abrí la puerta. Bajé de la camioneta y miré la calle.
—¡Abby! ¡Abby! —gritó Owen. Saltó de la camioneta, también, alcanzándome en solo unas pocas zancadas. Hizo un movimiento como si fuera a abrazarme o sujetarme de alguna manera, pero retrocedí antes de que pudiera.
—No me toques, Owen. Estoy hablando en serio.
Estamos de pie debajo de la única calle iluminada en el lado del puente, posicionados justo en frente de la casa de los Fletcher, la cual muestra cuanto poder tiene la familia de Owen en Coral Pines.
—Lo siento mucho, Abby. Soy un idiota. Sé que no debería haberte dicho que hacer. ¿Me perdonarás, por favor perdóname? —Su voz sonaba distorsionada, como si le fuera difícil disculparse—. Solo veo la forma en te mira, y no quiero a los otros chicos mirándote de esa forma.
—¿De qué estás hablando, Owen? Ni siquiera conozco a Jake, y tú y yo somos solo amigos. Eso es todo. —Si es que lo éramos, pensé—. Así que no debería importarte quien me mira, porque no soy ese tipo de puta, no contigo, ni con nadie.
—Está bien, está bien. Lo entiendo. Lo siento. Es solo que... no es una buena persona, y la forma en la que te mira me está volviendo loco.
¿Cómo me miraba?
—Estás perdonado, Owen. —Me giré para irme de nuevo—. Pero, me tengo que ir.
—¿A dónde vas, Abby?
Abrí la boca para dar una respuesta, pero nada salió.
—Quédate aquí esta noche. Tengo mi propia parte de la casa con mi propia entrada y todo eso. Ni siquiera nadie notará que estás aquí. Incluso dormiré en el sofá y te daré la cama. ¿Por favor? —Owen puso ojos tristes y puso un mohín en el labio inferior.
Reí.
¿De cualquier forma, qué quería conmigo? No era su tipo de chica. Era una chica que ni siquiera podría decir qué tipo de chica era. El garaje de los Fletchers era más grande que cualquier casa en la que jamás hubiese vivido.
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The Dark Light Of Day
FanfictionAdvertencia: Esto no es tu típico romance. La historia de Abby & Jake contiene situaciones violentas, violencia gráficas, sexo, fuerte lenguaje, uso de drogas y todos los tipos de abuso.