Viento.

Narrador

Una habitación vacía, llena de sueños y pensamientos totalmente inútiles, se presentaba ante mis ojos. No esperaba verte allí.

Tú, con tu pequeña y tímida sonrisa, tus cabellos largos y oscuros, junto con esos ojos que podrían matar a cualquiera con tan solo una mirada, esperabas el momento perfecto para disparar.

Busqué la frialdad de tu mirada, pero no logré encontrar más que un mar de penurias, y castigos.
Recuerdo aquellos días de lujuria, éxtasis, y descontrol; dónde nos sumíamos en el mismo infierno, que se sentía como el cielo.

Las calles eran oscuras, pero las iluminabas con tu sonrisa. Ahora estoy ciego, y no puedo verte.

Ya no espero tenerte, porque la habitación está vacía, como yo lo estuve en algún momento.

Algún momento, en ningún momento. Cuando las rosas se volvían tulipanes, y tus ojos se ponían del color del cielo.

Ningún momento.