Sinestesia

12 de enero del 2014

Valentina y pablo salían del recital de viejas locas en piedra buena, capital. Eufóricos por la adrenalina de escuchar al pity, su rey sin corona, fueron junto a la banda a buscar unas tranzas a los mataderos, el barrio que le sigue, siempre hubo quilombo entre los pibes, pero nunca había pasado a mayores, un negocio es un negocio, los fierros no les convenian a nadie. Estaban por comprar unos cartones y un veinticinco para festejar la noche, el cumpleaños de valentina. Pablo había ahorrado para regalarle la campera de patricio rey y los redonditos de ricota que a valentina tanto le gustaba. Estaba esperando a llegar a la casa de peluca para darle la sorpresa. Cuando llegaron a la casa de bombita el tranza del barrio, rulo, amigo de pablo empezó a discutir con bombita, y empezaron los tiros. Salen todos corriendo, y pablo en el intento de agarrar a valentina cae en peso muerto al piso, y logra decirle en un ultimo suspiro te amo mi reina momo a valentina, quien lloraba agarrando a pablo sin importarle el tiroteo de bandas que estaba arruinandole la vida. Y así se murió de un disparo en seco en el corazón, cuando los paramedicos llegaron el cuerpo ya no tenía respuestas. Y pablo se murió joven y con la necesidad de sacar a su amor de toda la mierda en la vivía. Valentina todavía no sabe lo que había en la bolsa de regalo, después de que pablo se fue, nunca la abrió ni volvió a festejar su cumpleaños, su día a día se convirtió en una visita al  cementerio para llorar su vida. Ella nunca supo que había en la bolsa del regalo, tampoco se entero de la existencia del sobre que había dentro, donde el le juraba amor eterno y la invitaba a vivir con el, en un departamento que logró pagar trabajando todos los días de obrero con su viejo, solo para que valentina no sufra más y pueda vivir una vida normal. Pablo se murió con las palabras y una vida entre las manos, en cambio valentina vivió sin poder encontrarse y sin querer vivir.