Entré en el salón, empezaba a estar lleno de gente. Algunas personas notaron mi presencia, anduve en busca de Eli con estos tacones que servirían próximamente para una caída no muy deseada.
Empezaron a pasar los minutos muy lento y cada vez la música más alta, a la vez que mas humo, más baile y más alcohol, la gente hacia pequeños grupos para hablar de sus vidas, yo mientras me situaba en la barra bebiendo un té que milagrosamente Eli había traído para mi.
-No puede ser, has venido -su voz se acercó a mi- pensé que ya no vendrias, integrante un poco, no te sentará mal -pausó- lo vi no hace mucho por la pista.
-Seguramente rodeado de chicas y con su cigarro en la mano, en plan " soy guay mira como fumo, mis neuronas se dañan pero no pasa nada como soy popular y me las tiro a todas mira tu que cosa"-intenté imitarlo y rodé los ojos- estúpido..-gruñí un poco y observe la cara de mi gran amiga, la examiné detenidamente-.
-¿lo tengo detrás verdad?-trague saliva y me dio unas palmaditas en el hombro, Eli se fue rápidamente susurrando "Dale nena"-.
Oí su risa en mi oído, y el humo en mi rostro, y los pensamientos arremolinandose en mi mente. Tosi un poco.
-Debería aplaudirte genio, muy buena esa, pero prefiero que no bromes o jugues con mis neuronas más-levanté una ceja-tengo cosas mejores y mas interesante con las que deberías jugar antes.
-Eres repugnante-me separé decidida a irme de su lado-.
-No tanto como para ponerte toda loca-pauso y le dió la ultima calada al cigarrillo antes de tirarlo- por mi, ricura.
Me paré de inmediato, respiré hondo y apreté mi puño, no estaba decidida a pegarle, tal vez un poco.
-¿que tal si mueves esas curvitas bajo ese vestido rojo y vienes a bailar un poco? Me tienes embelesado con tanta provocación-noté como me agarraba de la cintura rápidamente y me llevaba a la pista sin yo poder negarme antes de que esto ocurriese-.
Noté su chaqueta de cuero pegada a través de mi espalda, como acariciaba mis curvas con delicadeza y juntaba nuestros cuerpos al ritmo de la música de fondo, su camiseta blanca y ojos miel fijados en mi, sentía los latidos de su corazón tranquilo y algo acelerado, sus pectorales y abdominales bien definidos bajo esa camiseta no era de ignorar fácilmente.
Entonces, cogió mi mano y me hizo girar sobre mi misma, entrelzando nuestros dedos, haciendo de este un momento mágico y emotivo. Me sentía en las nubes, juntó nuestros cuerpos como si de una obra de arte tratara; sus manos estaban para moldear estas curvas, como si de piezas de puzzle se tratase, encajaban a la perfección nuestros dedos entrelazados y cuerpos fijados, casi eramos uno, esos ojos miel clavados en los míos, solo faltaba ese beso, ese beso que tanto ansié.-Estas jodidamente espectacular con este vestido y estos tacones, ricura mía-susurro acercandose a mis labios, rei ante su comentario-.
-¿sabes algo más?-nuestros labios casi se rozaban, tuve que resistirme -.
-¿el que?-sonrió seductor al saber que ya me tenía seducida del todo-.
Eso era lo que el creía.
-Ni tuya ni de nadie, machote-susurré, cogi una copa de la bandeja que tenia a mi derecha, antes de que pudiese reaccionar y se la tiré por todo su rostro- para bajarte la calentura, fin del cuento, cariño-le di unas palmaditas en el hombro y salí de la pista de baile que se llenó de susurros y algunas miradas interesadas por saber quien le había dado calabazas al más guapo y popular del instituto, como no, era yo, esa empollona invisible, años en los que nunca se fijó en mi, ahi estaba yo-.
Una vez fuera, me quité los tacones negros y comencé andar hacia un banco muy cerca de allí, sentí unos pasos apresurados detrás de mi.
-¿que pasó? -escuché la voz de un extraño detrás mía, me senté-.
-Se cree que las tiene a todas y no es así, ¿que se cree? ¿que por unas cuantas vueltas y cosas bonitas voy a caer en sus brazos? -miré al chico de ojos verdes -.
-Sí-se quedó de pie mirándome-.
-Pues te equivocas-sonreí- no soy como ellas, soy diferente.
-Mejor dicho, eres única, chica guerrera de vestido rojo explosivo-rió y le hice un gesto de que se sentase-.
-Muchas gracias desconocido, soy Alguien.. -le extendi mi mano-.
-Hola alguien, yo soy desconocido, encantado-me dió un apretón de mano- ¿ni un beso ?-levante una ceja-.
-Eso es lo único que te vas a llevar de mi, un simple apretón de manos, acostumbrate -sonreí y dejé mis tacones a un lado, observé un momento mis pies con las uñas negras-.
-Lo haré, tranquila, lo haré-me sonrió- te acompaño a tu casa-se quitó su chaqueta y me la puso por los hombros-.
Estaba calentita, no sabia quien era ese extraño, pero presentía que iba encantar estar al lado de su presencia por mucho rato, estaba casi todo oscuro, la farola alumbraba poco y casi no podía verlo, llegue a ver su pelo oscuro y ojos verdes, era relajante mirarlos.
-Hoy dormía en esa casa, y como que hay mucho ruido, no podré dormir como desearía, me quedaré aquí un rato.
-Me quedaré a tu lado, no se puede dejar sola a una dama a verced de extraños que podrían hacer cualquier cosa con este cuerpo para el pecado-sonrio y yo asenti- te haré compañía, tranquila.
Bostecé y me acurruque en su hombro, oía como tarareaba una canción de la fiesta a la vez que mis ojos se cerraban por el cansancio de los últimos días.
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Enamorada de mi secuestrador.
TienerfictieLa atracción mental es mucho mas fuerte que la física, si te enamoras de una mente no te libras ni cerrando los ojos. ¿Qué hará Kayla Grey ante la seducción y atracción de Adiel Johnson ?. El es chico malo y más popular del Instituto, Kayla es una...