Cuento para dormir

Capitulo IV Mediodia parte II

Los dejo con la lectura lamento la tardanza pero ya saben cosas de estudiante, el capítulo es largo y espero lo compense .

-Zeref—Y de pronto fue como si todo a su alrededor se hubiera detenido, las gotas parecían tardar una eternidad en caer y la gente no parecía moverse, pero Mavis sabía que era solo su percepción.

-¿Me extrañaste?—la pregunta fue tan sincera como irónica, y los ojos negros parecían tratar de consumirla, era como años atrás, pero ninguno de ellos eran los de ese tiempo

-¿Qué haces aquí?—pregunto endureciendo la mirada la ojiverde, el chico solo dio una pequeña sonrisa y miro hacia un costado

-¿Es todo lo que dirás después de tanto tiempo?- dijo cuándo la miro directamente a los ojos, y Vermillion se vio reflejada en esos vacíos ojos negros

-¿¡Que haces aquí!?—repito molesta la mujer, Zeref la observo con detenimiento

-¿Así que al final decidiste ser profesora eh? Después de todo siempre te gusto leer—Zeref ignoro la pregunta, Mavis permaneció en silencio mirándolo fijamente, no creía que la persona frente suyo fuera real, no quería creerlo

-No sé qué hagas aquí- hablo la rubia después de un breve silencio- Pero más te vale no meter a Natsu en tus asuntos-

-¿Y quién me lo va a impedir? ¿Tu?, es mi hermano y te recuerdo que yo estoy a cargo de el—Hablo ligeramente amenazante, en respuesta la mujer comenzó a reír

-¿Hacerte cargo de él?- pregunto irónica-¡Por favor! Si el pobre vive prácticamente solo-

-¿Crees que no sé lo que hace?, ¿Qué no sé qué tratas de "rescatarlo"?, aunque muy efectivo tu método debo reconocer, no sé de dónde sacaste a la peli azul...Lockser creo que es su apellido ¿no?—Mavis se quedó fría con la respuesta

-¿Cómo sabes eso?- el pelinegro sonrió de forma altanera

-Muy inocente de tu parte preguntar eso ¿no crees?-

-No te atrevas a acercárteles, ¿Me escuchaste?, ni a Juvia ni a Natsu—Vermillion se acercó ligeramente a él, mientras le apuntaba con la mano,- o te juro que te vas a arrepentir- la mirada de la chica era fuego puro pero a Zeref eso no parecía afectarlo en lo más mínimo, sostenía la mirada con una tranquilidad envidiable, de pronto tomo a la chica un poco brusco por la muñeca (al principio con la intención de amedrentarla),pero cuando se dedicó a mirar los delgados dedos, abrió ligeramente los ojos con sorpresa- ¿No se supone que aquí tendría que haber un anillo?—la ironía seguía saliendo de su boca, Mavis se soltó brusco de el

-Ese no es tu asunto— Pero Zeref empezó a sonreír, no era como se había estado manteniendo desde el inicio de la conversación, no era una sonrisa sarcástica, era una de verdadera felicidad

-No traes su anillo—repitió con un apenas perceptible tono de felicidad en la voz, mientras seguía mirando la mano de la rubia – ¿Al final decidiste dejarlo? ¿O él te dejo a ti porque sabía que nunca podría ser como yo?—

-Tu deberías saber el motivo—soltó con una rabia impropia de ella

-¿Entonces debo suponer que aún me amas?-

-Te odio-

-Tú no puedes odiar...ni siquiera a mí y puedo saber eso solo viendo tus ojos, no estas hecha para odiar, aun eres transparente para mí como yo lo soy para ti-

-Lárgate—hablo la rubia con el mayor desprecio que sus labios pudieron soltar, pero temía en el fondo que Zeref tuviera razón, ella nunca había odiado a nadie, pero de ser necesario estaría dispuesta a empezar con el