Celos?

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Narra Jackie
Me despedí de Félix como lo haría una persona normal, al parecer en esta isla no era muy normal, ya que sentía una vista penetrante sobre mi; la busco con la mirada y me cruzo con los ojos esmeraldas de Pan, nos mantuvimos unos segundos así hasta que un chico que estaba en la fogata lo llama.
-Hey Peter! ¿No nos vaz a tocar música para la fogata esta noche?- le dice el chico, al parecer es menor que yo.
-No te preocupes de eso, pero lamentablemente hoy no les tocaré música, estoy cansado y no van a querer que ande de mal humor- dice; me vuelve a penetrar con la mirada y se da vuelta; antes de que entre a su cabaña le llamo la atención.
-Acaso, ¿alguna vez andas de buen humor?- dije como si nada; se da vuelta y me mira emputecido; de fondo se escuchan los murmullos de los niños que se encontraban en la fogata; sin tener palabras para responderme; o eso creí.
-Para tu información, sí; tal vez tu humor mejore en mi cabaña- dijo; y esté que se creé, como si fuera mi dueño- además no tienes donde dormir, en mi cabaña sobra una cama- me dice mirandome fijamente.
-No me queda de otra, no tengo energía para pelear con un macaco como tú- le dije mientras me acercaba volando al balcón de su cabaña por el cual estaba viendo todo con una visión panorámica- por cierto, me parece que te miran como si tuvieras algo en la cara, yo que tu me miro en el espejo <y me siento estupido, ilógico!, perdón no resistí poner esto xD Atte: lole>; le dije y le lanze una bola de nieve, entre rápido a su cabaña como si eso dependiera de mi vida; al entrar me encontre con un ambiente muy acogedor para ser cabaña de una persona tan fría como Pan, miraba todo detalladamente hasta que sentí una voz detrás mío.
-Así que, ¿Quieres jugar?- me dice acercandoce poco a poco a mi.
-¿A qué te refieres con jugar?- le digo; estoy enpezando a entrar en pánico, cada vez se acorta más el espacio entre los dos.
-La escena de afuera; quieres dejarme en vergüenza ¿no?; se te olvida que este es ¡mi territorio!- me dice, dandome un empujón, el cual logra que tropieze y me caiga en el piso.
-Auch- digo mientras intento pararme, pero el se interpone sobre mi; con una posición comprometedora- Ni que fueramos perros, yo no marco territorio ni nada; acaso tu ¿andas levantando la pata y orinas donde se te ocurra?- le dije; a pesar del momento no evite responderle.
-Vaya, al parecer estás  situaciones no te incomodan para nada, que tal si... Subimos de nivel...- dice cambiando su tono de voz a uno más sensual- tal vez podría encontrar tu límite- y se acerca cada vez más a mi- vamos, se que no aguantaras esto- y empieza a subir su mano por mi muslo.
-Aléjate- le dije; pero la verdad no quería que se detuviera- te dije que pararás ¡estupido!- no caeré en su jueguito; le dije eso y le patie la entrepierna.
-Auch!, eres una...- y lo interrumpo.
-Una persona muy linda, y cariñosa, la cual te pudo haber congelado en cualquier momento pero no lo hizo; al parecer el que cayó en él juego fuiste tu- le dije con un aire de superioridad- nos vemos Pan, tengo sueño, es agotador seguir a un macaco volador desde el Polo Norte hasta Neverland- le dije y me fui a la habitación  que suponía que sería mia. Llegué a la habitación y me senté en la orilla de la cama; mire todo a mi alrededor  y me fije en un closet que había, me acerqué y lo abrí, pero para mi sorpresa no había ninguna prenda de ropa.
-Así no es como funciona- dice la voz de Pan a mis espaldas; este tipo tiene una mala costumbre de aparecer a las espaldas de los demás.
-Entonces ¿cómo funciona ?- le digo como si fuera una niña pequeña preguntando.
-Te situas  alfrente y piensas en las prendas de ropa que quieres usar; para tu información esta es mi habitación, era mentira que me sobraba una cama- me dice con su tipico orgullo.
-Me vale que sea tu habitación, tu duermes de tu lado y yo del otro, si me disculpas me tengo que cambiar- mientras le decía eso lo empujaba hacía la puerta; Pan ya se encontraba afuera de la habitación, aproveche ese instante para cambiarme; me pare en frente del closet y pense en mi pijama de dos piezas, la de arriba era un poleron azul de polar y el pantalon de polar también de color azul; le abrí la puerta a Pan y lo dejé pasar.
-Pude haber entrado sin tu permiso- me dice molesto.
-Pero no lo hiciste, me alegro que tengas un mínimo de respeto por la privacidad de las personas- le decía mientras me acostaba en la cama.
-Solamente por qué eres mujer- se sienta en la cama- te aviso que duermo con la ropa interior nomás- me dice eso y mi cara se torna de un color carmesí automáticamente; siento el movimiento de Pan para entrar en la cama hasta que el movimiento para, Pan ya estaba acostado en su lado, esperó que se quede ahí.

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Perdón la tardanza, pero no tenía el tiempo, imaginación y las ganas para actualizar, pero eso es pasado; la cosa es que ya estoy aquí de vuelta! YEYYY!!!

Cuidado te puedes congelarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora