Eso cuenta como muerte?

398 22 4
                                    

Comienza a escribir tu historia

Narra Jackie

Por unos segundos no era yo, no se que me pasó, pero todo eso quedo olvidado al instante en que sentí los labios de Pan encima de los míos, no se el por que, pero le seguí el beso, me arrepiento de eso, ya que sentí algo que no quería. No lo siento hace mucho, aun qué solo pudo haber sido el impulso y la adrenalina que ameritaba el momento.

Salí de la cabaña de Pan, lo primero que veo son los niños perdidos...los cuales no todos son niños, unos representan 17 ó hasta 19 años, no se que tendran de niños esos tipos, pero me saludaron todos por igual; siento que alguién me sigue y es Pan. 

-¿Qué quieres Pan? ¿no puedo andar sola?- le digo en un tono molesto, mientras espero su respuesta imagino una manzana y empiezó a mascarla, ya que acá la magia es a partir de la "fé".

-Yo simplemente quería recordarte una costumbre que tenemos acá en Neverland- me dice mientras se posiciona al frente de todos los niños perdidos, los cuales estaban todos juntos.

-¿Y cuál sería esa costumbre?- le pregunto intrigada, ya que si tiene relación con Peter Pan nunca es bueno.

-"Cada niño perdido nuevo que llegue a Naverland deberá tener una batalla como su iniciación"- me dice esperando mi reacción.

-A tí se te olvida que no vine por que quería, vine para salvar a las personas que más quiero- le digo con indiferencia.

-Pero estas acá, lo que te hace, en tú caso, una niña perdida- termina de decir eso y me tira una vieja espada oxidada- como verás, no será con magia, ya que debes elegir a cualquier persona de esta isla para batallar- me dice con aire de superioridad.

-Por favor!!! ¿Tengo que peliar con estó?- le digo mientras levanto la vieja espada- hasta Norte tiene una mejor!!!- al decir eso noto como la cara de "los niños perdidos" toman una pizca de curiosidad.

-...T...u...¿Tú conoces a Santa Claus?...- me pregunta el menor de los niños, tiene que tener al menos unos 8 o 9 años.

-Sí! Norte es como mi padre- le digo con una sonrisa meláncolica en mi rostro.

-Entonces tambien al conejo de pascua ¿No?- me vuelve a preguntar el mismo niño.

-Si, y al hada de los dientes, hasta los duendes, tal vez un día puedas conocerlos...-y soy interrumpida por un grito.

-Jamie! para de hacer preguntas estúpidas! y cállate de una buena vez!- le dice furioso al pobre Jamie, así que ese era su nombre- y bien?, ¿ya elegiste con quién peliaras?- me dice molesto, este tipo no tiene pacíencia.

-Sip, peleare...-mientras alargo la vocal apunto a todos con la espada, hasta llegar al cuello de Pan- peleare contigo, así sería más justo, ¿No?- le digo con una sonrisa en el rostro.

-Por mí no hay problema- y hace aparecer una espada, como recién forjada por el mejor herrero del mundo, con un mango de oro y dos gemas, una roja y una verde, me imagino que sera ruby y esmeralda, como sus ojos... que estoy pensando?.

-Me parece que eso no es justo-le digo un poco incomoda- pero ya que no específicaste con que espada...- digo eso y cubro mi espada con una especié de escarcha y lámina de hielo, la cual términa con una punta tan fina que es capaz de cortar una roca, algo así como una lamina de diamante- veamos que tal es mi espada- y con un simple movimiento corto la roca que estaba a mi lado que era más grande que yo- parece que ahora sí estamos parejos.

-Bien jugado Frost, bien jugado..., veamos si no eres pura charla y sabes pelear con espadas- términa de decir eso y se lanza a mí con la intensión de lastimarme, con un ágil movimiento lo esquivo y con mi espada le hago un tajo en el cuello- te arrepentiras de haberme elegido Frost.

Estuvimos contraatacando cada átaque que lánzaba el otro, uno detrás de otro con mayor fuerza y violencia, Peter me atacaba con rabía, al no poder hacerme daño, mientras que yo solo me defendía, no tenía la intención de dañar a alguién, aún que se él; solo lo esquivaba, escuchando como los niños perdidos hacían ruidos de asombro al ver tal enfrentamiento. Tan solo un segundo, un descuido, para que Pan me tuviera acorralada contra de un árbol *cof cof escritora acá, ESTO ES TÍPICO CLICHÉ*.

-Hasta que te tengo, no creas que no sabía que ibas a actuar a la defensiva, no eres cápaz de dañar a una mosca, menos a una persona... o pero claro, yo no soy cualquier persona, así que debiste pensarlo antes de meterte conmigo- me dice a mi oido, demasiado cerca de mi rostro diría yo.

-Creó que tu te equivocaste de persona Pan- no alcanza a reaccionar cuando ahora soy yo la que lo tiene acorralado contra el árbol- me parece que estas débil al atacarme tantas veces sin obtener resultado alguno- le digo burlesca- ya veras, no te daras cuenta cuando te quedes solo en esta isla, y los niños perdidos se vengan conmigo- le digo apuntando a todos los niñoas perdidos, dando por echo que ya había ganado; gran error; Peter aprovecha ese momento para derrumbarme a la tierra y pone su espada en mi cuello.

-Ya verás que no sera así, nadie sale de esta isla sin mi permiso- al decir eso noto un brillo raro en sus ojos.

-Sabes que? ya me aburrí de este show, tengo hambre!!!- le digo en protesta, intento levantarme pero no me deja.

-Esto no términa hasta que alguién muere- con aire orgulloso y cada vez más cerca de mi rostro; ya estaba aburrida de estó, así que simplemente aproveche mis estúpidos impulsos y besé los labios de Pan, enfrente de todos los niños perdidos, en ese instante se escuchó un silencio incomodo. Pan terminó el beso y no se dió cuenta que ya estaba a su altura.

-Me parece que estó quedara así por hoy- le digo coqueta mientras me alejó, me dirigo donde esta sentado el pequeño Jamie, mientras que Pan furioso se fue volando quizás a donde- Bueno, me parece que tú quieres preguntarme cosas o ¿No?- le digo con voz dulce.

-Si... pero primero...¿Tú seras la reina de Neverland...

Cuidado te puedes congelarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora